Estacionamientos de edificios residenciales, comerciales y centros de salud se han convertido en “plazas jugosas” para los delincuentes al momento de hurtar baterías a vehículos.
A los hampones no les importa si el lugar cuenta con vigilancia privada o no. A plena luz del día, levantan la capota y sustraen el acumulador de energía.
Este tipo de delito se ha vuelto cada día más frecuente en la ciudad. Es por ello que estacionar un carro en un centro comercial, supermercado o clínica se ha convertido en una ‘pesadilla’ para los conductores, pues no saben si al regresar encontrarán sus unidades en las mismas condiciones como las dejaron.
Según la policía, los hampones no actúan solos. Los vándalos llegan a los estacionamientos en camionetas último modelo y esperan a que los conductores estacionen y abandonen la zona.
“Cuando confirman que el conductor no está cerca, uno de ellos atraviesa la camioneta muy cerca del vehículo de la víctima para quitarle visibilidad a las personas que transiten por el lugar.
Al mismo tiempo, el otro hampón se aproxima a la unidad de forma sigilosa y agachado, extrae la batería”, informó una fuente policial.
Según el criminólogo Luis Izquiel, no hay un delito específico en nuestra legislación que esté circunscrito en el Código Orgánico Procesal Penal (Copp). Sin embargo, “el hurto de baterías encuadraría en las disposiciones generales sobre el robo y hurto de vehículos que están en ese instrumento (Copp) o en la Ley Especial sobre Hurto y Robo de Vehículos”.
“Los fiscales y jueces tienen esos dos instrumentos para encuadrar la conducta delictiva del sujeto y que puede ser penada con prisión de 4 a 8 años”, agrega Izquiel.
El artículo 6 de la Ley Especial sobre Hurto y Robo de Vehículos establece: “Quien sustraiga partes o piezas de un vehículo perteneciente a otra persona, sin apoderarse del mismo, con el propósito de obtener provecho para sí o para otro, será penado con prisión de cuatro (4) a ocho (8) años”.
Rubén Ramírez Cáceres, director Polimaracaibo indica que “cuando nuestros funcionarios capturan en flagrancia a estos sujetos se presentan ante un fiscal del Ministerio Público. En base al tipo de delito, le otorgan una medida de presentación o lo privan de libertad. Cuando son dos o más sujetos los que cometen el delito existe una asociación para delinquir, que es un delito más que se le imputa”.
Vecinos de diferentes sectores de Maracaibo a quienes les han hurtado las baterías de sus vehículos, coinciden en que este delito aumentó debido a la escasez.
“Hace un mes (noviembre) llevé a mi hija a consulta en una clínica de la zona norte y, cuando salí, mi carro no tenía la batería. Aunque la zona es muy concurrida, nadie vio nada”, contó
Rosa Díaz, residente del sector Belloso, de Maracaibo, y quien desde ese día no ha podido ‘rodar’ nuevamente en su Aveo, debido a que no ha logrado adquirir una nueva batería en el mercado.
Muchas veces, son tres los sujetos que actúan dos de forma coordinada para extraer el acumulador. Uno espera en la camioneta, otro se encarga de levantar la capota y detenerla mientras que el último hampón saca la batería.
Luego de perpetrar el delito, los delincuentes venden el repuesto, en ocasiones, a las mismas víctimas, que en medio de la angustia las adquieren sin saber que se trata del que le hurtaron.
Residentes de otros sectores de la capital zuliana también se quejan del robo de baterías. Por las noches, muchos han optado por quitarlas y guardarlas dentro de sus viviendas.
“Cuando llego a mi casa del trabajo lo primero que hago es quitarle la batería al carro y guardarla en mi cuarto. Es de la única manera como puedo dormir más tranquilo y ‘seguro”, refirió Marcos Trinidad, habitante del sector Las Lomas, al oeste de la ciudad.
En el estacionamiento del edificio Santa Fe, ubicado en la calle 86 con avenida 3 F, de Maracaibo, un grupo de delincuentes ‘arrasó’ con cuatro generadores eléctricos. Ocurrió la madrugada del pasado primero de diciembre.
“Los hampones aprovecharon que no había vigilante nocturno y forzaron uno de los portones que da acceso al estacionamiento. Se llevaron cuatro baterías; una de Aveo, una de un Hyundai Accent y otras dos de Volkswagen Gol”, manifestó Diana Rosales, presidenta de la junta de condominio del edificio.
Uno de los vecinos del mismo conjunto residencial contó que, este año, es la segunda vez que ocurre un hecho similar.
“En esa oportunidad los delincuentes se llevaron, además de baterías, computadoras, cauchos de repuestos y emblemas de varios vehículos”, recordó el inquilino.
El director de Polimaracaibo afirma que “este tipo de delito ocurre, por lo general, durante las noches. Sin embargo, con el patrullaje inteligente hemos atacado y minimizado este delito. El pasado 2 de diciembre funcionarios nuestros capturaron a un delincuente en la calle 74 con avenida 13, cuando pretendía extraer la batería a un vehículo. Estamos para brindarle seguridad a la ciudadanía”.
La autoridad recomienda a la colectividad aparcar su carro en estacionamientos donde no haya mucha oscuridad como medida de prevención para que no se convertirse en otra víctima.
fuente.panorama