El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien le declaró una guerra económica a la burguesía, está ganando una de las batallas a favor del socialismo que va contra la bebida alcohólica más popular del país: el whisky escocés, reseña Portafolio.
Después de que Chávez cerró el mercado paralelo de divisas, los envíos y ventas de whisky se han reducido haciendo subir los precios casi 50 por ciento, según compañías como Diageo Plc y Pernod-Ricard SA.
“Sólo hemos estado recibiendo 5 por ciento del whisky que pedimos en el último mes y medio”, dijo Fernando Soto, presidente de la cadena de tiendas Licores Mundiales. “Los distribuidores están racionando los envíos para evitar que la situación sea más difícil; ellos están comprando tiempo mientras esperan que el Gobierno abra una vía para adquirir los dólares que necesitan”.
Venezuela es el mayor mercado de whisky escocés en Latinoamérica y el sexto en el mundo por el valor de las importaciones, de acuerdo con la Asociación de Whisky Escocés, con sede en Edimburgo. El país, con 28 millones de habitantes, compró el año pasado más whisky que Brasil, que tiene 205 millones de personas.
Venezuela importó 184,3 millones de dólares en whisky escocés el año pasado, de acuerdo con la asociación escocesa.
Los distribuidores de licores, bares y restaurantes están recibiendo menos despachos de whisky y pagan al contado por los pedidos después que las destilerías les cortaron el crédito en medio de la crisis de liquidez causada por el cierre del mercado alternativo de divisas, adonde acudían para comprar dólares, explicó Soto.
Menores existencias
En Licores Mundiales, el escocés es habitualmente el más vendido. Gracias a Chávez, las ventas minoristas totales cayeron 50 por ciento en junio, dijo Soto. “Estamos administrando nuestro inventario, pero sólo podemos seguir operando de esta manera un par de meses”, agregó.
Isabelle Thomas, vocera de Diageo en Londres, y Florence Taron, vocera de Pernod-Ricard en París, no respondieron a los mensajes de correos electrónicos que se enviaron para solicitar un comentario sobre el caso Venezuela. Los voceros de ambas compañías en Caracas se negaron a hacer declaraciones y pidieron no ser nombrados en este artículo.
La escasez de whisky representa una victoria para Chávez, quien no es un aficionado del whisky. Al contrario, el Presidente suele criticar a la oposición y a los empresarios de tomar demasiado escocés caro en clubs, cuando juegan al golf o en sus viajes a Miami, y dice que intentan asemejarse más a estadounidenses.
“Los ricos son flojos y se la pasan todo el día tomando whisky”, dijo Chávez el 15 de mayo.
Los envíos de whisky comenzaron a caer después de que Chávez fortaleció los controles cambiarios en mayo, cerrando el mercado paralelo de divisas operado por las casas de bolsa, a las que acusó de fomentar la fuga de capitales, establecer tasas de cambio artificiales y lavar dinero. Chávez actuó después de que la inflación subiera 5,2 por ciento en abril, el mayor aumento en siete años.
Los venezolanos pagan cada vez más por una botella
En Venezuela, las bebidas alcohólicas se han encarecido 48 por ciento en el último año, el mayor aumento entre las 12 categorías del índice de precios referencial del Banco Central.
El precio de la botella de whisky de 12 años de Buchanan’s, una mezcla que se comercializa desde 1884, trepó 33 por ciento en la tienda Prolicor a 325 bolívares (75,67 dólares a la tasa oficial) en los últimos dos meses, a medida que los clientes se apresuraron a comprar whisky, dijo la gerente Carolina Linares. La misma botella en tiendas libres de impuestos aeroportuarias en el exterior se vende a 30 dólares.
La tienda Prolicor está recibiendo sólo unas pocas botellas de cada marca de escocés, en vez de las muchas cajas de pedidos que llegaban antes, explicó Linares. Los inventarios de la tienda son suficientes para vender hasta finales de este mes, agregó.
Por ahora, en Venezuela están pagando más por un trago de whisky, que es un elemento central del tiempo de ocio. Los venezolanos consumen botellas con mezclas de whisky escocés añejo de 12 y 18 años en bodas, bares y restaurantes como una señal de clase social, evitando algunos de los mejores rones del mundo producidos en el país.
“¿Cuánta gente derrocha su dinero en whisky, fiestas y viajes?”, preguntó Chávez en un discurso de mayo de 2007. “Venezuela es uno de los países donde se consume más whisky por persona en el mundo. Eso a mí me da pena. Es el consumismo que alimenta el capitalismo”.