El gobierno municipal no ha informado sobre la cifra de muertos desde el domingo, cuando se produjeron las peores lluvias en 61 años, que desbordaron los sistemas de drenaje de la ciudad, anegando los pasos a desnivel en el sector céntrico y provocando violentas inundaciones en áreas periféricas de la capital.
Beijing dijo que 37 personas murieron, pero los medios estatales dijeron el jueves que la cifra de muertos podría haber ascendido a 61, mientras que versiones en el Internet hablaban de centenares.
Algunos residentes del distrito Fangshan, que resultó el más afectado por las inundaciones, realizaban sus propios conteos de víctimas en Internet.
El Buró Meteorológico de Beijing pronosticó lluvias torrenciales para la noche del miércoles y el jueves, asimismo advirtió de posible violentas inundaciones y deslave en las colinas de la capital, inclusive en la afectada Fangshan.
Los residentes de Beijing compartieron fotografías en internet de autos sumergidos varados o en calles inundadas, autobuses de la ciudad con agua hasta las rodillas de los pasajeros y cascadas de agua cayendo por las escaleras de pasos peatonales.
Casi 57.000 personas debieron evacuar sus hogares y los daños dejados por la tormenta alcanzaron al menos los 10.000 millones de yuanes (1.600 millones de dólares), de acuerdo con un reporte del periódico Beijing Daily en su página de internet.
Aunque las áreas más afectadas eran las zonas periféricas de la ciudad, el nivel del desastre fue vergonzoso para Beijing, que gastó decenas de miles de millones de dólares en su modernización, como las instalaciones para los Juegos Olímpicos de 2008, el segundo aeropuerto más grande del mundo, nuevas líneas de metro y rascacielos asombrosos, todo mientras el drenaje fue olvidado, al parecer.