¿La herencia genética, el estrés o el veneno? Los científicos presentan nuevas posibles razones de la muerte del fundador de la URSS, Vladímir Lenin.
En la conferencia anual de Maryland (EE. UU.) del pasado viernes, en la que los investigadores examinan los diagnósticos de figuras históricas como Tutankamon, Cristóbal Colón, Simón Bolívar y Abraham Lincoln, el neurólogo Harry Vinters, de la Universidad de California, en Los Ángeles, y el historiador ruso Lev Lurie, afirmaron en su informe que Lenin podría haber sido envenenado.
El revolucionario soviético, cuyo cuerpo embalsamado yace en un mausoleo en la Plaza Roja de Moscú, murió en el año 1924 a los 54 años de edad, tras sufrir un derrame cerebral, el tercero en pocos años, según la versión oficial.
Estos científicos suponen que en la muerte prematura del líder comunista estuvo implicado Iósif Stalin, quién podría haberle envenenado. No obstante, esta hipótesis no es nueva. Los rumores sobre el envenenamiento de Lenin por León Trotski o Stalin surgieron poco después de su muerte.
La salud de Lenin empeoró con el tiempo, aunque no fumaba y no dejaba que le rodearan los fumadores. Tampoco tenía diabetes o sufría de sobrepeso. Además, la autopsia no muestra evidencias de una presión arterial alta.
En diciembre de 1922 Lenin sufrió un derrame cerebral que le hizo perder la movilidad de la pierna y el brazo derechos. A principios de marzo de 1923, sufrió el segundo ataque, que le privó temporalmente del habla.
Tras apoyar el ascenso de Stalin a la cima del poder, Lenin se podría haber dado cuenta de que había cometido un error fatal, y comenzó a construir una alianza táctica con Trotski, lo que pudo ser la razón de su envenenamiento por orden de Stalin, según considera Lev Lurie.
Según los testigos, unas horas antes de su muerte, Lenin se sentía bien y hablaba perfectamente. Luego experimentó una serie de ataques severos, lo que es bastante inusual en un hombre que ya ha sufrido un derrame cerebral, dijo Vinters.
“El envenenamiento de Lenin es una fantasía”
Sin embargo, para Yuri Lopujin, el científico que ha estudiado personalmente los restos del cerebro del líder de la Revolución Socialista, la versión del envenenamiento de Lenin es una “fantasía y nada más”, según comentó en una entrevista a la agencia de noticias Ria Novosti.
“No hay evidencias de este envenenamiento. Él murió de arterioesclerosis cerebral. Esto está muy claro y no pueden existir otras opiniones”, asegura.
“Analicé los archivos e imágenes, secciones histológicas, nada, no hay ningún indicio de esto. Hay sólo una razón: tenía sobrecargas tremendas, el país estaba en el caos, con los ejércitos blanco y rojo. Él trabajaba muchísimo. Alguien, parece que el patólogo Abrikósov, dijo que murió de desgaste debido a las pesadas responsabilidades que tuvo que afrontar durante este período”, añadió.