Las últimas cifras de Datanálisis reflejan la medición de la escasez de productos básicos al cierre de la última semana de marzo y el resultado es que en 17% de los comercios a la población le resulta imposible adquirir toda la canasta.
Luis Vicente León, director de la firma, indica que si bien este resultado refleja un incremento importante respecto a la escasez de 8% registrada en el mismo período de 2009 aún está lejos de alcanzar el pico de 33% de 2008.
“Ha venido creciendo el problema pero no estamos en un punto crítico”, dice Luis Vicente León, quien cita dos factores para explicar los problemas que enfrentan los consumidores a la hora de adquirir leche, azúcar o harina de maíz precocida, entre otros productos.
“Se congelaron precios de bienes como el azúcar y cada vez que congelan los precios en una economía con inflación desaparecen los productos porque no hay forma de que haya oferta en el mercado”.
Agrega que la oferta se ha visto mermada por la intervención de las empresas de Ricardo Fernández Barrueco, claves en el suministro a Mercal y la menor producción durante febrero y marzo.
Luis Vicente León precisa que al cierre de febrero 65 de cada 100 venezolanos tiene la percepción de que el país está en crisis por el retroceso de la economía, la pérdida de capacidad de compra, intervención de entidades financieras y fallas en servicios públicos.
Punto de quiebre
José Guerra, ex gerente de investigación económica del Banco Central y quien junto a Luis Vicente León participó en el foro organizado por Softline para evaluar las perspectivas del país, no es optimista.
De acuerdo con sus proyecciones la recesión continuará profundizándose y la economía caerá entre 7,5 y 8% en el primer trimestre de este año.
Destaca que en los tres primeros meses del año el portafolio de préstamos de las entidades financieras registra un descenso de 16% respecto al mismo lapso de 2009 después de ajustar la inflación.
A esto se suma la caída de 5% en la producción petrolera del país reportada por la OPEP y el declive de 30% en la producción de automóviles y de prácticamente 50% en las ventas.
“A estos indicadores, que señalan el retroceso del PIB, hay que añadir los problemas que han tenido las empresas para obtener divisas en Cadivi y el racionamiento eléctrico”.
“Es evidente que petróleo, manufactura y comercio, que representan 45% del PIB han continuado deteriorándose”, dice José Guerra.
Resalta que este resultado negativo ocurre en momentos cuando el precio promedio de la cesta petrolera venezolana se ubica en 70 dólares el barril.
“Se ha roto el vínculo entre renta petrolera y actividad económica. Esto obedece a la fuerte desinversión por el entorno hostil en que se desenvuelve el sector privado y a que no ha crecido el volumen de la producción petrolera, que es lo que impulsa el crecimiento”.
En el cuarto trimestre de 2009, el barril venezolano se cotizó a un promedio de 70,20 dólares, dejando muy atrás el descenso que generó la crisis financiera internacional y sin embargo la economía se desplomó 5,8%, dejando en claro la profundidad de la recesión que sufre el país.
El Universal