LO BUENO:
Debo ser sincero y le extiendo mis felicitaciones a toda la jefatura de prensa de la Serie del Caribe. La presencia de los ocho jefes de prensa de la Lvbp fue, sencillamente, un batacazo. Diego Naranjo, Frederik Ortega, Tony Merola, Domingo «Tortuga» Fuentes, José Gabriel Salas, David Nilo, Elio Parra y Rafael Petit, bajo la tutela de Rafael Cadenas e Ismael Granadillo nunca nos abandonaron a la hora de cualquier información. Estadísticas que necesitábamos, estadísticas que nos llegaban a las manos y así muchas cosas más.
Sencillamente provocaba trabajar dentro de nuestra segunda casa durante estos ocho días de torneo. Una familia fue lo que conformamos en el palco Virgen del Valle del Stadium Guatamare.
Asimismo, el nuevo formato del torneo le dio un segundo respiro. La nueva modalidad de jugar una semifinal y una final permitió que la atención se mantuviera de principio a fin, tomando en cuenta que en todos los partidos se disputaba algo. Tanto así que Cuba -primer eliminado- tuvo que esperar hasta el último out de la ronda regular para conocer su destino.
Por último, la presencia de Cuba le dio un mayor auge a este evento que, para muchos, ha perdido interés como competencia.
LO MALO:
Indudablemente debo hacer mención en la eliminación de Navegantes del Magallanes. Su salida del torneo en la semifinal fue sorpresiva, pues nadie los vio fuera de una final; sin embargo, así es el beisbol.
Ahora bien, entre las cosas malas que dejó este clásico fue el exceso de seguridad militar. No me opongo ni nunca me opondré al resguardo de todos los aficionados, sin embargo, el exceso de uniformes verdes dentro del terreno del coso margariteño entorpecía nuestro trabajo diario. Más de un encontronazo tuve a la hora de entrevistar a los peloteros, pues querían sacarnos del terreno.
De igual manera sucedió en los entrenamientos en el estadio El Cardón, en donde la seguridad prestada a las selecciones impedía siquiera pasearse por las adyacencias del estadio Ángel Brito del municipio Antolin del Campo.
LO FEO:
Un hecho lamentable ocurrió en medio de este evento que reunió a cinco equipos del Caribe. Una manifestación en contra del equipo de Villa Clara de Cuba se hizo sentir los primeros días de la Serie a las afueras del hotel Venetur.
Definitivamente necesitamos madurar como sociedad. Ese momento bochornoso dejó muy mal a gran parte de la población en contra del gobierno. Más aún sabiendo que fue ante una selección de jugadores que no tenían nada que ver con la política internacional que nos atañe.
El deporte no pude ni debe ser manchado por ningún tinte político. De eso se trata, como dijo un aficionado de México: «El beisbol es un juego de hermanos. No hay diferencias».
En twitter: @vboccone.
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