Muchos de los alumnos quieren seguir sus estudios en la universidad.
Antes “graduábamos a los estudiantes de ‘bachiller técnico’, pero para eso había que darles un número de horas de asignaturas de formación general y eso iba en detrimento del número de horas específicas de su especialidad”, explicó.
Otro elemento clave es la formación de obreros calificados, abandonada durante décadas. “El objetivo es invertir la pirámide y, desde que empezamos la matricula, no paró de crecer: 7.000 alumnos el pasado año y se duplicó en 2011″, afirmó Masoya.
Añadió que aún enfrentan problemas. “Esta educación es la más cara de todas porque se enseña haciendo. Por esa razón, vinculamos a los estudiantes con la producción en unas 3.000 ‘aulas anexas’ dentro de las empresas”.
De todas formas, la pirámide sigue invertida, aún existe una matrícula 15 veces mayor de técnicos medios que de obreros. Masoya nos explica que tiene que ver con el ideario social y asegura que “será un proceso de varios años”.
Educación y frustración
Emilio Hernández es subdirector del Instituto Politécnico “Villena Revolución”, donde también hay un 80% de los alumnos que estudian para ser técnicos medios contra menos de un 20% que se convertirán en obreros agropecuarios.
Entre las cosas que se enseñan a los obreros agrícolas están el cuidado y la atención de los animales.
La formación de “los obreros calificados está vinculada a un área practica del trabajo, la base del conocimiento es el saber hacer”, le explicó a BBC Mundo, y detalló que se les enseña a “criar animales, sembrar, cosechar, producir materia orgánica, el riego y demás servicios técnicos”.
El proceso será largo. En el politécnico conversamos con Carlos Morelos, quien nos dijo que es uno de los tantos alumnos que sueña con terminar el técnico medio para entrar a la universidad, una meta que la sociedad metió muy dentro de la cabeza de los cubanos.
Durante décadas ésa fue la Meca hacia la que se dirigían. El gobierno creyó que los ciudadanos agradecerían el acceso masivo, incluso si después no podían ejercer su profesión.