La salud de Chávez es interés de primer orden en Cuba. Venezuela es su principal socio comercial y político, clave en el futuro de la reforma con la que Raúl Castro busca dejar atrás el ineficiente modelo económico socialista centralizado, heredado de la antigua Unión Soviética (URSS).
La Venezuela de Chávez ha dado un espaldarazo a la Cuba de Raúl Castro con proyectos conjuntos millonarios en áreas claves como las telecomunicaciones y la energía, además de enviar 100.000 barriles diarios de petróleo (más del 50% del consumo cubano), a cambio de unos 40.000 médicos y otros profesionales.
Pero tras la agria experiencia que dejó la dependencia por 30 años de la URSS -cuya desaparición en 1991 hundió a Cuba en la severa crisis del «periodo especial»-, el gobierno de Raúl amplía y diversifica los nexos con países como Brasil y China.
Analistas estiman que se deben apurar los cambios ante la enfermedad del benefactor venezolano. «Un escenario sin Chávez complicaría la reforma de Raúl», dijo a la AFP el analista cubano Arturo López-Levy, de la Universidad de Denver.
La inquietud llegó a la calle: «Chávez es la llave. Sin él nos quedamos sin petróleo y vendría un nuevo periodo especial. Los cambios no deben tener marcha atrás», opinó Luis García, un masajista de 43 años.
La reforma, avalada en el Congreso del Partido Comunista (PCC) en abril, busca poner a producir a un país que gasta 1.500 millones de dólares en alimentos, abrirse al sector privado y capital extranjero, recortar un millón de empleos estatales, dar autonomía empresarial y eliminar subsidios.
«Algunas cosas avanzan, otras van lentas. Más que anuncios hay que concretar lo acordado en el Congreso y avanzar rápido porque la situación no está buena», dijo a la AFP Mercedes Ramos, ama de casa de 62 años.
El plan incluye medidas de respiro social como el permiso de compra y venta de casas y autos que tras medio siglo prohibida regirá antes de fin de año, pero los cubanos se quejan de salarios de 20 dólares mensuales y de trabas burocráticas que frenan a la empresa privada.
Miles de pequeños negocios aparecieron. En los últimos nueve meses fueron aprobadas unas 325.000 nuevas licencias de trabajo privado, aunque hay amarras. Los pequeños empresarios se quejan de los impuestos y la falta de un mercado mayorista donde comprar los productos para sus negocios.
El diario oficial Granma reconoció el viernes que en Cuba se libra «una lucha de contrarios: los que quieren cambiar y los que dan la pelea silenciosa para que todo siga igual».
Pero la reforma, según Raúl Castro, es irreversible. Ciego de Avila, región agrícola del centro de Cuba, será la sede del acto del 26 de julio por destacarse en el rendimiento de producción.