El incremento respecto al 2014 en los precios fue de 1043%. En octubre del año pasado el mismo galón costaba 950 bolívares, el tipo B pasó de 650 a seis mil 248, 861% de aumento.
Solo 15 mil bolívares. Eso fue lo que Agustina Ovalles reservó para pintar su casa. Se trata del 50% de los casi Bs 30 mil que recibió de aguinaldos correspondientes a su pensión del Seguro Social, y que la hizo establecer prioridades. Ya no estarán los tradicionales regalos para nietos y sobrinos al pie del árbol de Navidad. Pero el sacrificio no será suficiente. Ella necesita 119 mil 894 bolívares para pagar gastos de mano de obra y materiales, lo que es igual a un poco más de 12 salarios mínimos.
Para su apartamento de 100 metros cuadrados necesita al menos seis galones de pintura. Cada uno clase A cuesta 10 mil 804, lo que es igual a 64 mil 824 bolívares. A eso hay que sumarle los 55 mil correspondientes a los 550 bolívares por metro cuadrado que cobra quien se dedica a la tarea de raspar, remendar, encamisar y pintar.
A eso hay que sumarle mil 221 bolívares de una brocha grande que hace un año costaba 420, 190% más; dos mil 444 bolívares que cuesta una bandeja con rodillo; mil 200 para medio galón de pasta profesional; 250 de lijas y 200 para tirro. Incluyendo la pintura, en compra de materiales se gastan 70 mil 139 bolívares, sin incluir el precio de la espátula de metal que no se consigue en el mercado.
Pintar las rejas de una casa o apartamento también resulta costoso. El galón fondo de herrería es presupuestado en tres mil 450, igual que la pintura de aceite. Las brochas de una o una pulgada y media están escasas.
Tampoco se harán reparaciones
Es usual que con los ingresos extras que se reciben en estas fechas entre aguinaldos y utilidades, las familias hacen las reparaciones en sus casas que quedaron pendientes durante todo el año. Pero esta vez será difícil. La escasez de productos para la construcción es la principal traba.
En las ferreterías no hay cemento, cabilla, arena ni piedra. Desde comienzos de 2014 la mayoría de los establecimientos dejó de venderlos. Los despachos no llegan, y cuando un proveedor ofrece algo lo hace con sobreprecio. Para cuidarse de las inspecciones que realizan funcionarios de la Superintendencia Nacional de Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) y la Guardia Nacional, han preferido no ofrecerlos.
Quien tenga entre sus planes invertir en la impermeabilización del techo de su hogar, debe prepararse para gastar el 100% de un salario básico para cubrir diez metros cuadrados. (DB)
Fuente: El Carabobeño