La consanguínea relató que desde ese día lo buscaron en la morgue, los hospitales y en los diferentes refugios. Al ver que no lo hallaban, denunciaron la desaparición en los medios y en la sede de la Policía Científica.
“Después de eso llamaron a la mamá y le dijeron que si pagaba 10 mil bolívares, le decían dónde estaba el niño”, contó Mejías.
El cadáver del menor fue localizado en la parroquia San Isidro, en el municipio Maracaibo, por un vecino que al parecer corrió para avisarle a su padrastro.
“Es lo que no entendemos. ¿Cómo él pudo saber que ese era el niño, si con esos restos era imposible reconocerlo?”, ya que, según contó la pariente, al niño le faltaban los dos pies y el brazo izquierdo. “Su cabecita la tenía a un lado”.
La familia clama justicia pues asegura que son muy humildes y por su condición temen que no los ayuden.
Con información de Diario La Verdad