El presidente surcoreano Lee Myung-Bak exhortó a los dirigentes del G20 a no ocuparse solo de sus intereses nacionales, a un mes de la cumbre de Seúl del 11 y 12 de noviembre.
«Si el mundo no logra encontrar un acuerdo a cuestiones como la política de las tasas cambiarias e insiste en sus propios intereses en momentos en que la economía mundial se encuentra en fase de reactivación, se provocará un proteccionismo y se crearán graves problemas para la economía mundial», estimó Lee.
Sin embargo, el presidente surcoreano no mencionó en forma explícita a ninguna moneda.
Desde hace meses, varios países, entre ellos Estados Unidos, exigen la apreciación del yuan, la moneda china.
El sábado pasado, los países miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI) le pidieron al organismo que «profundice su trabajo» sobre los desequilibrios cambiarios mundiales para evitar así la denominada «guerra de las monedas».
La advertencia de una guerra cambiaria fue lanzada hace más de dos semanas por el ministro de Finanzas brasileño, Guido Mantega, enojado ante la continua apreciación de su moneda, el real, y maniobras de otros países para controlar sus divisas.