SEÚL.- Los pitillos o popotes son utilizados a diario por miles de personas alrededor del mundo y son una elección casi obligada a la hora de ingerir bebidas.
Sin embargo, se caracterizan por ser desechables y tener un uso de apenas unos minutos, por lo que fácilmente terminan convirtiéndose en uno de los objetos más contaminantes del ambiente.
Por ello, una empresa en Corea del Sur ha optado por crear unos pitillos con arroz que después de ser utilizados pueden comerse para evitar que estos plásticos viajen a la deriva contaminando el océano y afectando a la fauna marina entre 150 y 500 años, el tiempo estimado de degradación de los plásticos.
“Además de estar hechas con un 70% de arroz, los pitillos son de un 30% de yuca, lo que los hace más resistentes y más suaves en la superficie”, explicó Kim Gwang-pil, creador de los pitillos.
De acuerdo al diario británico The Times, el objetivo de este emprendedor es «crear pitillos aún más apetitosos, llenos de vitaminas y ginseng rojo», lo que puede atraer a las personas mayores.
En agosto del 2018, el gobierno surcoreano anunció un plan para prohibir los vasos desechables y los pitillos para 2027. Se estima que solo en Corea del Sur se utilizan más de 10 mil millones de «pajitas» al año.
Los pitillos de arroz pueden sumergirse en bebidas calientes por tres horas y en bebidas frías hasta diez horas, según The Times. Quienes las han probado, aseguran que se siente igual que un pitillo de plástico común.
Esta alternativa no es la primera ni la única que busca destronar el uso de plásticos en la industria de la comida, hasta ahora pitillos de otros materiales como aluminio, silicona y bambú también se han presentando como una forma de reemplazar los tradicionales y optar por unos más amigables con el medioambiente.