Mantenella y no enmendalla. Este es el mensaje con el que, adornado con su peculiar oratoria tremebunda, Corea del Norte dió respuesta el día de hoy a la nueva ronda de sanciones que le ha impuesto el Consejo de Seguridad de la ONU luego de su sexta prueba nuclear. En un comunicado distribuido por su agencia estatal, KCNA, el régimen de Kim Jong-un ha aseguró que no solo no abandonará su programa de armamento atómico, sino que redoblará el ritmo para desarrollarlo.
La medida es “ilegal y malvada”, según el Ministerio de Exteriores de Corea del Norte, indicó en un comunicado distribuido por KCNA, es la “más dura” de la historia y equivale a un “bloqueo económico”.
“La ‘resolución’ ha sido inventada por Estados Unidos, utilizando todo tipo de métodos y maneras despreciables y malignas”, asegura el Ministerio. Corea del Norte “condena en sus términos más firmes y rechaza categóricamente la ‘resolución 2375’ sobre sanciones como un producto de una provocación insidiosa destinada a privar a la República Democrática Popular de Corea (el nombre oficial del país) de su derecho legítimo a la defensa propia y a sofocar por completo a su Estado y su pueblo mediante un bloqueo económico absoluto”
Corea del Norte “redoblará sus esfuerzos para fortalecerse y salvaguardar la soberanía y el derecho a existir del país, así como a mantener la paz y la seguridad de la región mediante el establecimiento de un práctico equilibrio (de armamento nuclear) con Estados Unidos”, declara el comunicado.
El sexto ensayo nuclear norcoreano, el pasado 3 de septiembre, fue el más potente realizado hasta la fecha en ese país. Un cálculo de la página de internet 38 North, vinculada con la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados Johns Hopkins, calcula que la explosión tuvo una potencia de 250 kilotones. Esa magnitud, apunta, “se acerca al máximo que habíamos calculado previamente que se puede contener en el área de pruebas de Pungye-ri”, el lugar donde Corea del Norte lleva a cabo sus pruebas nucleares subterráneas.
El Ministerio de Unificación de Corea del Sur ha restado importancia a las declaraciones de su vecino del norte, que ha considerado “la respuesta más suave de Corea del Norte a las resoluciones del Consejo de Seguridad”, informa AFP. Como respuesta a la nueva prueba nuclear, Seúl ha probado por primera vez con fuego real su sistema de misiles Taurus de largo alcance.