Contraloría General de la República: Los alimentos descompuestos no es un problema sólo de Pdval, pues constataron que esta situación tienen antecedentes en la red de Mercal.

   Según la Contraloría General de la República (CGR) los alimentos descompuestos no es un problema sólo de Pdval, pues constataron que esta situación tienen antecedentes en la red de Mercal, según refleja el informe de 2008 colgado en su web.

Con información de Últimas Noticias

La CGR realizó una actuación especial consistente en auditorías de control en 13 establecimiento de la red Mercal, uno en Logística Casa (Logicasa) y otra en la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas (La Casa).

La inspección se efectuó durante los años 2005 y 2006, pero fue difundida en 2008. La misma abarcó locales de almacenamiento, preservación, conservación y distribución de productos alimenticios destinados a abastecer 13 entidades regionales.

En el informe, la CGR señala que observó infraestructuras físicas inadecuadas, deficiencias en la cadena de frío (cavas, cuartos de conservación y congelación, neveras y refrigeradores). También constataron deficiencias en las condiciones de seguridad e higiene “por la falta de un efectivo plan de mantenimiento correctivo y preventivo por parte de las coordinaciones regionales y de las dependencias administrativas y técnicas de las referidas empresas”.

Además -sigue el informe- se conocieron debilidades de control interno relacionadas con el manejo de las entradas y salidas de inventarios de mercancías y limitaciones en la capacidad de almacenamiento “en detrimento del resguardo y protección de los intereses patrimoniales del Estado”.

El punto de la capacidad de almacenamiento es recalcado párrafos más adelante del informe al señalar que “las compras de alimentos se realizaron sin prever las capacidades de almacenamiento y calidad de los servicios de preservación prestados por Mercal, lo que originó la existencia de alimentos almacenados en estado de descomposición, envases rotos y oxidados”.

Además, la Contraloría advirtió que los centros de acopio y módulos tipo 1, además de funcionar sin los permisos sanitarios, “no cuentan con instalaciones e infraestructura física que permita el resguardo y preservación de productos alimenticios por cuanto se constató deficiencias en la ventilación e iluminación, los techos eran de asbesto (amianto), clasificado como altamente tóxico o peligroso, y en la cadena de frío los equipos no mantenían los límites de temperatura adecuados”.

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