Los manifestantes, que según fuentes policiales alcanzaban las 15.000 personas y según los sindicatos superaban las 50.000, alzaron pancartas con lemas como «quitad las manos de nuestras pensiones» o «no hemos robado, así que no pagaremos».
Otro eslóganes, como «Los buitres del FMI, que se vayan», aluden a la presencia en suelo griego de expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Comunidad Europea para supervisar la economía y la aplicación del plan de ajuste fiscal para reducir el déficit del país.
Las dos manifestaciones principales convocadas por los sindicatos mayoritarios llegaron hasta el Parlamento desde distintos puntos de la capital.
Delante del edificio de la Cámara expresaron su ira contra el Gobierno y los recortes de sueldos y pensiones que ha impuesto para rescatar de la quiebra a la descalabrada economía helena.
Las severas medidas de ahorro del Gobierno son condición para que Atenas reciba los préstamos de sus socios del euro y del FMI, por 110.000 millones de euros en tres años, tras cobrar esta semana el primer tramo de esa ayuda, de 20.000 millones de euros.
Según señaló Stazis Anéstis, sindicalista de la federación de trabajadores del sector privado y de empresas semipúblicas Gsee, la ausencia este jueves en los puestos de trabajo «ha sido de una media del 80 por ciento».
El resto del transporte público está inactivo y sólo el servicio de tren de cercanías y del tranvía funciona entre las 10.00 hora local (07.00 GMT) y las 16.00 (13.00 GMT) para facilitar el acceso de los manifestantes a las manifestaciones.
En los hospitales públicos sólo hay un servicio de emergencia.
Gran parte de los abogados, los docentes, los empleados bancarios, los funcionarios de Hacienda, de los ministerios, de los ayuntamientos y de los juzgados tampoco trabajan este jueves, según informaron fuentes de los sindicatos.
Trabajadores del frente Pame, afiliado al partido comunista, ocuparon esta madrugada la entrada del ministerio del Trabajo con banderas y una pancarta que cubre la mitad de la fachada del edificio.
Por otro lado, Decenas de funcionarios del turismo protestaron en las afueras del hotel Hilton en la capital.
No se había registrado incidente serio alguno y la policía continuaba alerta para evitar actos de violencia como los ocurridos durante las protestas de la anterior huelga general, el 5 de mayo, que causaron tres muertes y 70 heridos.