Entre el 23 y 30 de octubre fallecieron cinco parturientas en el Hospital José Antonio Vargas, ubicado en el sector Ovallera de Aragua, como consecuencia de una sepsis post parto, cuadro infeccioso contraído por la contaminación del nosocomio.
Así lo denunció el diputado a la Asamblea Nacional, José Manuel Olivares, quien señaló que esta situación se originó por los botes de aguas servidas que existen en diversas áreas médicas.
Otras tres mujeres se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del centro asistencial, todas presentaron septicemia. La situación fue calificada como “grave” por Olivares.
En nota de prensa explicó que “se supone que un centro médico debe contar con estrictas normas sanitarias que garanticen la idoneidad de sus áreas de servicio”. Familiares han denunciado hacinamiento, bote de aguas servidas y carencia de productos para la limpieza, problemas que llevaron a la contaminación de la sala de parto.
Este hecho, aunado a la falta de insumos como antibióticos complicaron a las parturientas, cuyos familiares han tenido que buscar todo lo que ellas necesitan para ser tratadas, lo que tradujo como “el que hoy no tiene plata en un hospital, simplemente se muere”.
En el lugar se habla de dos posibles bacterias: clostridium y estreptococo beta. Las autoridades cerraron la sala de parto, solo atienden partos explosivos en una sala del área de hospitalización que acondicionaron para eso.
Las mujeres fueron identificadas como Roxier Ramírez, de 17 años; Norkys Maldonado; Amairubys Sánchez, de 27 años; Francielys Villegas, de 14 años; y Neila Villalobos, de 36 años.