Frente a una canasta básica de alimentos que es cada vez más inasequible, los venezolanos optan por sustituir unos productos por otros más económicos. La yuca se ha convertido en el “resuelve” para muchos, pero lo que desconocen es que ingerir una variedad específica de este tubérculo, conocida como “amarga”, puede ser mortal.
El caso más reciente es el de Ángela Rosa Luzardo, de 51 años, quien murió la madrugada del pasado sábado 21 de enero como consecuencia de una intoxicación por cianuro y acetona, componentes de este alimento. Ingresó al Hospital General del Sur, de Maracaibo, con malestares, pero los daños fueron irreversibles.
Al igual que ella, en los últimos meses, otros 11 venezolanos han fallecido envenenados por la ingestión de esta clase de yuca. El precio del producto oscila entre los 500 y 600 bolívares el kilo, en el casco central.
En agosto del año pasado, en el estado Monagas, se encendieron las alarmas por un brote de intoxicación por yuca que dejó numerosos afectados y cinco fallecidos. Entre los infortunados destacan una joven de 17 años, del sector El Nazareno, un adolescente de 16, de San Vicente y un niño de 3.
“Los daños por el consumo dependen de las condiciones de salud de la persona y de la capacidad alergénica que tenga. Si es alérgica a ciertos alimentos, tiene más nivel de toxicidad. En estos casos, quizás una sola pieza de yuca es suficiente para presentar los efectos”, señaló la nutricionista Nayerlín Acosta.
Además, enfatizó que el estado nutricional del afectado hace que los riesgos aumenten. “En el caso de los niños es mucho más rápido y potente el efecto”, manifestó.