Sus promotores no dudan en afirmar que se convertirá en uno de los sitios más fotografiados de Montevideo y en polo de atracción turística regional, erigido con 180 bloques de hielo de 50 por 90 centímetros de contorno y 20 de profundidad, labrados en su totalidad por artesanos.
Pero las peculiaridades del lugar no se agotarán en su escenografía, dominada por dispositivos de iluminación LED, pantalla gigante de televisión, cámara web y una escultura de hielo gigante del ‘Quijote de la Mancha’, sino que incluyen la carta de tragos.
«El clásico es la copa de vodka ya que sólo se congela a menos de 67 grados centígrados (bajo cero), pero ofreceremos además bebidas de alta graduación alcohólica, e incluso jugos, refrescos y cerveza, que requieren de conservadores de temperatura especiales», explicó Gutiérrez.
El ingreso al gélido recinto, cuya temperatura oscilará diariamente entre los 6 y los 8 grados, tendrá un valor de 350 pesos (17,5 dólares) e incluirá una copa de vodka.
Previamente, dentro del iglú, cuya temperatura fluctuará entre los 4 y los 5 grados, se proporcionará a los clientes la vestimenta adecuada para su acceso.