En entrevista concedidia a Últimas Noticias, Fernández afirmó que la imagen del empresario se distorsiona gravemente cuando se le tacha de “especulador y chupa sangre”.
“Partimos de un discurso gubernamental francamente hostil contra la actividad privada. Se estigmatiza al empresario como un explotador, como un chupasangre, como un ser dañino para la sociedad. Eso permea desde las altas esferas del Gobierno a todos los estamentos de la sociedad. En todas las actividades en las que los empresarios tienen que estar en contacto con las autoridades, siempre es cuestionada su buena intención y su rectitud de propósito”, enfatizó.
Añadió que los empresarios venezolanos están contribuyendo al desarrollo de otras economías al buscar otras alternativas, “lo que da al traste, por cierto, con ese mito de que el empresario venezolano sólo busca altas ganancias y recuperación de la inversión en el corto plazo, porque si eso era una realidad aquí, ¿por qué se va a otros países? Eso es un cliché, que nadie lo ha podido demostrar con cifras”, declaró.
Asimismo sostuvo que los empresarios necesitan de políticas públicas que protejan la inversión y destacó qeu al expropiar una empresa se acaba con un trabajo de una o varias generaciones. “No es un monto en bolívares lo que se les quita, sino el valor de su esfuerzo, la dedicación de su vida”.
“Según el Instituto Nacional de Estadísticas, en 2000 había algo más de 400.000 empleadores. Actualmente, hay algo más de 300.000. En una década perdimos cerca de 29% de empleadores. En esa década, el PIB creció 40% y la población económicamente activa 25%.¿Qué están diciendo esas cifras? Que tienes un modelo de desarrollo que no permite mantener o aumentar el número de empresarios y que no logras darle un trabajo estable a quienes se incorporan al mercado laboral. ¿Conclusión? El 50% de los venezolanos se debate entre el desempleo y la informalidad”.