Se trata de Urbee, un modelo híbrido impreso en 3D.
Aunque su desarrollo ha tomado varios años y su creación ha sido ampliamente difundida, es la primera vez que su carrocería es vista públicamente.
Sólo existe un ejemplar de Urbee, pero sus creadores proyectan su producción comercial para 2014.
El uso de “fabricación aditiva”, en la que capas de materiales son construidas o “impresas” para formar objetos sólidos, contribuyó a que este automóvil goce de credenciales verdes, señaló el director del proyecto Jim Kor.
Las máquinas impresoras convierten un diseño tridimensional hecho en computadora en un objeto real.
El proceso de impresión consiste fundamentalmente en ir creando el prototipo capa a capa, de abajo a arriba. Se deposita una capa de polvo de plástico y se compacta en la zona deseada, repitiéndose el proceso, colocando capas una encima de otra, hasta completar la pieza.
“Sólo ponemos materiales donde realmente se necesitan”, explicó Kor, quien develó el vehiculo en la conferencia TEDxWinnipeg.
“Es un proceso aditivo, cuya esencia es contruir una ‘molécula’ del material al tiempo, sin desperdicio alguno”.
“Este proceso puede fabricar muchos materiales. Nuestro objetivo es usar materiales totalmente reciclados”.
Actualmente, sólo los paneles de la carrocería de Urbee están impresos. Sin embargo, Kor indicó que espera que otras partes se produzcan a través de ese método en el futuro.
Instantaneidad
Toda la carrocería del auto fue creada usando una impresora de tecnología de fabricación aditiva. El material usado fue ABS (Acrilonitrilo Butadieno Estireno), un plástico muy resistente comúnmente usado para hacer teléfonos celulares o laptops.
Y aunque estas máquinas capaces de “imprimir” un objeto real han existido desde hace unos 20 años, la tecnología de fabricación aditiva ha avanzado de tal manera que ahora es posible imprimir en materiales como plástico más duradero o acero inoxidable.
Generalmente, las impresiones en 3D son usadas en la creación de prototipos, en el proceso de diseño de los productos.
No obstante, están siendo cada vez más usadas como una solución para distribuir objetos físicos sin la necesidad de transportarlos.
Entre los muchos campos que se espera implementen esta tecnología está la medicina. Potencialmente se pueden imprimir equipos e incluso prótesis del cuerpo.
“Este proceso puede revolucionar la forma como hacemos las cosas. Evidentemente ha cambiado la forma en que concibo la fabricación de objetos”, dijo Kor.
De acuerdo con el experto, los mismos archivos de la computadora que fueron usados para hacer los prototipos miniatura de Urbee también se utilizaron en la versión completa del automóvil.
“De esta manera, sabíamos que los paneles grandes se ajustarían apropiadamente (a la versión de tamaño completo)”, añadió.
Energía
Gracias a su caparazón aerodinámico, Urbee está diseñado para alcanzar la máxima eficiencia con la mínima cantidad de energía.
Su pequeño motor monocilíndrico genera 8 caballos de fuerza, pero es capaz de alcanzar una velocidad de entre 60 y 70 metros por hora.
Al mismo tiempo que carga sus baterías con el bioetanol de su motor, Urbee también puede obtener energía de la carga eléctrica disponible en sus paneles solares. El automóvil podría llegar a reducir el consumo de combustible a cero.
Lejos de ser un experimento de fantasía, como algunos vehículos “hiper millas”, la compañía que desarrolla Urbee, Kor EcoLogic, insiste en que el automóvil podría convertirse en una opción viable para todo el mundo.
Los precios estimados oscilan entre US$10.000 y US$50.000, dependiendo de si Urbee puede alcanzar la producción masiva.
Kor es optimista sobre el cronograma: “Yo creo que el mejor escenario apunta al 2014″.
“Este sería el primer automóvil que puede circular sólo con energías renovables”, señaló el inventor.