En la despedida de Diego Milito en la cancha de Racing el sábado a la tarde, se produjo un hermoso momento que trascendió el estadio de fútbol y se hizo viral: estos dos amiguitos nos dieron una lección de vida a todos.
Todo empezó cuando Santiago Fretes, un chico de 10 años a quien no se le desarrolló su pierna derecha por una malformación genética, usó una de sus muletas para superar un muro y ver a su ídolo. Pero eso no fue todo. El chico le prestó la otra a un amigo para que se sumara a la gran fiesta que se vivía en el campo de juego. “Yo estaba viendo a Milito y mi amigo saltaba para asomarse porque no llegaba. Entonces le presté una de mis muletas para que subiera», contó el pequeño.
Sin embargo, detrás de la tierna imágen, se esconde una triste noticia: según explicó su madre, Sabrina Bonomo, desde el año pasado Santiago está esperando una prótesis especial prometida por el Ministerio de Salud de la Nación. Meses atrás se viralizó un video donde se lo veía jugando al fútbol y a partir de ahí se generó una ola solidaria. El caso llegó al Ministerio, pero desde entonces Santiago sigue en la espera. “Las donaciones ya no hicieron falta, pero comenzó la burocracia de turnos y trámites. No es una prótesis que se coloca así nomás, es algo que lleva tiempo, hay que hacer una cirugía. Se demoraron mucho los turnos, cambió el gobierno, y chau, quedamos en la nada”, se lamentó Sabrina, quien comenzó un emprendimiento para poder juntar dinero y ayudar a su marido, el padre del nene, que trabaja como mecánico.
El problema de nacimiento no le impide a Santiago ver a su amada Academia, ni jugar al fútbol con chicos que cuentan con sus dos extremidades inferiores en el Club Unión de Del Viso, ni tampoco lo priva de practicar taekwondo o de escalar montañas, y mucho menos de andar en bicicleta. Es un ejemplo de superación personal.
Las repercusiones de la imagen subida por Santiago Fretes no tardaron en llegar e inundaron la Web.
Fuente.I21