Los nuevos planes violentos de la extrema derecha venezolana contemplan el uso de paramilitares y grupos delictivos para reactivar los actos terroristas, conocidos como guarimbas, en ataques que incluyen disparos por francotiradores, esto con el objetivo confeso de derrocar el Gobierno constitucional dirigido por el Presidente Nicolás Maduro.
Así lo denunció el periodista José Vicente Rangel en su programa programa dominical José Vicente Hoy, que transmite Televen.
“En las últimas semanas se ha intensificado la movilización paramilitar en zonas de Caracas, en especial Oeste y Sur, con una clara orientación política, con participación de dirigentes que no ocultan que la salida no es electoral sino en base al incremento de la desestabilización hasta alcanzar un clima que desencadene en estallido de violencia, todo ello en función del formato reajustado de las guarimbas del año pasado”, puntualizó Rangel en la sección Los Confidenciales, al final de su programa.
Detalló que la extrema derecha organiza acciones terroristas conjuntas entre paramilitares y grupos delictivos en diversos sectores populares caraqueños.
El pasado 12 de febrero, autoridades venezolanas desarticularon un plan de golpe de Estado en el que estuvo implicado un reducido grupo de oficiales de la Aviación, quienes fueron detenidos. Esta vez, la extrema derecha contemplaba atacar con aviones al Palacio de Miraflores, la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) y Telesur.
En 2004 fueron capturados 183 paramilitares colombianos en la hacienda Daktari, ubicada en el municipio El Hatillo del estado Miranda, cerca de Caracas, quienes fueron contratados para asesinar al líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, y generar caos en el país. Un hecho que evidencia las intenciones de vieja data que mantienen los sectores antidemocráticos del país.
Conflictos en la oposición
Por otro lado, Rangel se refirió a los conflictos internos en la oposición ante las elecciones parlamentarias de este año.
“Se agravan los conflictos internos en la MUD (Mesa de Unidad Democrática). El reparto de la representación parlamentaria, con posibilidades entre los principales partidos (Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo) en detrimento del resto de los integrantes del organismo, mantiene paralizada la oposición”, expresó.
Precisó que los que se sienten excluidos dentro de la propia oposición “tienen planes para presionar o para optar por alianzas diferentes”, para participar en los comicios para renovar los escaños de la Asamblea Nacional.