El periodista venezolano José Vicente Rangel señaló este domingo durante la sección los Confidenciales que la aprobación de la Ley de Amnistía “es una aberración jurídica y absolutamente inconstitucional”.
“Con ella se pretende extender un manto de impunidad a las personas que han incurrido en graves delitos”, dijo Rangel.
Asimismo, el periodista destacó: “La Iglesia católica expresó su disposición de hablar sobre la necesidad de la unidad entre los venezolanos por encima de las diferencias existentes y de la conveniencia de dialogar”.
Rangel también mencionó que “Un reciente estudio sobre medios de comunicación realizado por Interlaces indicó que el 68% de los venezolanos tiene una opinión favorable del canal de noticias Globovisión y el 89% opina que el Gobierno debería renovarle la concesión para seguir transmitiendo”.
Igualmente, el periodista hizo énfasis en un comentario realizado por un amigo sobre la radicalización de su mensaje en el programa y su columna periodística, a lo que respondió: “A medida que se extrema el orden constitucional y se hace más evidente que la oposición actúa en la línea de provocar un golpe de Estado, me siento obligado a repudiar a fondo esta actitud a la que hay que darle un parado a tiempo, no hay que permitir que avance(…) en eso consiste mi radicalización”.
También manifestó que dentro de la oposición “la MUD cobra fuerza últimamente en una posición sustentada por diversos factores destinados a buscar interlocutores dentro del chavismo para redefinir políticas que permitan superar conflictividades existentes en la AN”.
“Colombia y Estados Unidos continúan afianzando su relación en materia de defensa (…) con la finalidad de extremar el cerco con Venezuela desde Colombia de acuerdo con el desarrollo de la estrategia geopolítica que está en marcha desde hace tiempo, cuya traducción actual es la prorroga del Decreto de Obama declarando a Venezuela como amenaza para la seguridad de EE UU”, indicó Rangel.
Finalmente, el periodista concluyó: “En la nueva guerra fría contra Venezuela y América Latina (…) durante los últimos 15 años se han duplicado diversas técnicas de desestabilización social, política y emocional contra los gobiernos progresistas y populares de América Latina como derrocamientos, desconocimiento de resultados electorales, guarimbas, sabotaje, paramilitarismo y hasta guerra económica, pero también una derecha renovada está participando en el terreno electoral disputándole a los gobiernos el universo simbólico de las expectativas de la mayoría”.