La venezolana Yulimar Rojas, con una impresionante distancia de 15,37 metros, revalidó su título mundial en el triple salto, con su victoria en la final de este sábado 5 de octubre en Doha, en la que la colombiana Caterine Ibargüen, de regreso tras una lesión, fue bronce.
Rojas se quedó a trece centímetros del récord del mundo, su otro reto en Doha-2019, pero fue suficiente para lograr cómodamente su segundo oro mundial, tras el conseguido hace dos años en Londres. La plata fue para la jamaicana Shanieka Ricketts (14,92 metros) y el bronce para Ibargüen (14,73 metros).
Es la primera medalla para Venezuela en este Mundial y la tercera de su historia, después de las dos con las que el país se estrenó en la edición de hace dos años en Londres, el oro de la propia Rojas y el bronce de Robeilys Peinado en el salto con garrocha.
Para Sudamérica, el conseguido por Yulimar Rojas este sábado 5-O es el primer título en este Mundial de Doha, en el penúltimo día de la competición, y para Latinoamérica es el segundo título, después del oro logrado el viernes por la cubana Yaimé Pérez en el lanzamiento de peso.
Rojas cierra un año de nuevo espectacular, en el que además de este título se colgó también la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima, el pasado mes de agosto, y en el que pudo progresar mucho en sus marcas, sobre todo con el espectacular 15,41 metros que logró a principios de septiembre en Andújar (España) y que le dejó con la segunda mejor de la historia en el triple salto. Este sábado se acercó a cuatro centímetros de esa mejor marca personal.
No pudo batir en Doha-2019 el récord del mundo de la ucraniana Inessa Kravets (15,50 metros, vigente desde 1995), pero su juventud y su progresión hacen pensar que es una misión posible a corto o medio plazo.
Su única decepción importante de la temporada se dio en la final de la Liga de Diamante, a finales de agosto de Zúrich, donde vio escaparse su primer título en esa competición, al quedar segunda y ser superada por la jamaicana Ricketts, de la que ahora se tomó la revancha.
Para Colombia, el bronce de Ibargüen es la segunda medalla en Doha, tras la plata sorpresa de Anthony Zambrano el viernes en 400 metros.