El litro se reguló a 10,69 bolívares en la Gaceta 39.770 de octubre del año pasado. Los negocios expenden a Bs. 45 en las principales vías de la ciudad. Los compradores pagan 34,31 más. Las marcas preferidas tocan el máximo de venta, mientras que las presentaciones competidoras -en gustos del consumidor- exhiben a 40 bolívares.
Eleodoro Fornerino, cocinero, comenta que comprar en cuñete es costoso. “Ya no puedo ni hacer arepas” por la “especulación” en el aceite. “El cuñete de 18 litros lo compraba a 98 (bolívares). La última vez lo trajeron a 310. Cada litro costaba 17,22 bolívares”.
El aumento de precios se acentúa con las fallas. Fornerino asegura que desde “hace un año no se consigue. No hay ninguna regulación. No hay Gobierno con los precios. Todo es mentira. Tiene que buscar y castigar al especulador”.
Alicia Marcado, consumidora, destaca la escasez del aceite de girasol. “El litro se consigue a 20 bolívares”. En la Curva de Molina se muestran en los mesones de los buhoneros. La venta está por encima del control de precios fijado a Bs. 9,35.
El grano
La industria del aceite deberá pagar al productor de girasol la cosecha arrimada desde el 1 de enero de 2012. Y es que tres meses después de iniciarse la colocación en planta, el Gobierno decidió nuevo precio para el kilo.
Para 2011 la escasez de aceite presionó dos decretos de ajuste de precios. En abril el litro de maíz se aprobó a Bs. 7,80. Seis meses después aumentó a 10,69.