La hiperplasia prostática benigna (HPB) es un trastorno común que afecta a muchos hombres a partir de los 50 años. Se trata de un aumento del tamaño de la próstata, una glándula que se encuentra debajo de la vejiga y que rodea la uretra. La próstata produce el líquido que transporta los espermatozoides durante la eyaculación.
El crecimiento de la próstata puede comprimir la uretra y dificultar el paso de la orina, lo que provoca síntomas como:
- Ganas frecuentes y urgentes de orinar, especialmente por la noche
- Dificultad para iniciar o mantener el flujo de orina
- Chorro débil o intermitente
- Sensación de vaciado incompleto de la vejiga
- Goteo al finalizar la micción
- Infecciones urinarias o cálculos en la vejiga
La HPB no es un cáncer ni aumenta el riesgo de padecerlo, pero puede afectar la calidad de vida y provocar complicaciones como retención urinaria aguda, insuficiencia renal o sangrado en la orina.
¿Qué causa la HPB?
La causa exacta de la HPB no se conoce, pero se cree que está relacionada con el envejecimiento y los cambios hormonales que se producen en los hombres. Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar HPB son:
- La edad: el riesgo aumenta con los años, especialmente después de los 40
- Los antecedentes familiares: tener un padre o un hermano con HPB puede predisponer a padecerla.
- La raza: los hombres de origen africano o caucásico tienen más probabilidades de tener HPB que los asiáticos
- El sobrepeso: el exceso de grasa corporal puede alterar el equilibrio hormonal y favorecer el crecimiento prostático
- La diabetes: los niveles altos de azúcar en sangre pueden dañar los nervios y los vasos sanguíneos que regulan la función prostática
- El sedentarismo: la falta de actividad física puede reducir el tono muscular y el flujo sanguíneo en la zona pélvica
¿Cómo se diagnostica y se trata la HPB?
El diagnóstico de la HPB se basa en la evaluación de los síntomas, el examen físico (incluyendo el tacto rectal) y algunas pruebas complementarias como:
- Análisis de sangre para medir el antígeno prostático específico (PSA), una sustancia que puede estar elevada en la HPB y en el cáncer de próstata.
- Análisis de orina para descartar infecciones o sangre
- Ecografía para medir el tamaño y la forma de la próstata y la cantidad de orina residual en la vejiga
- Flujometría para medir la velocidad y el volumen del chorro urinario
- Cistoscopia para visualizar el interior de la uretra y la vejiga con una cámara
El tratamiento de la HPB depende de la gravedad de los síntomas y del impacto en la calidad de vida. Las opciones terapéuticas incluyen:
– Cambios en el estilo de vida: algunos hábitos saludables pueden ayudar a aliviar los síntomas, como beber suficiente agua, evitar las bebidas con cafeína o alcohol, orinar con regularidad, hacer ejercicio moderado y mantener un peso adecuado.
– Medicamentos: existen fármacos que pueden reducir el tamaño de la próstata o relajar los músculos que rodean la uretra, facilitando así el paso de la orina. Los más usados son los inhibidores de la 5-alfa reductasa (como finasteride o dutasteride) y los bloqueadores alfa (como tamsulosina o alfuzosina). Estos medicamentos pueden tener efectos secundarios como disminución del deseo sexual, impotencia o eyaculación retrógrada.
– Cirugía: cuando los medicamentos no son suficientes o hay complicaciones graves, se puede recurrir a diferentes técnicas quirúrgicas para eliminar parte del tejido prostático que obstruye la uretra. Algunas de estas técnicas son la resección transuretral de la próstata (RTUP), la vaporización con láser, la enucleación con láser, la embolización de las arterias prostáticas o la implantación de dispositivos como stents o grapas. La cirugía puede mejorar los síntomas, pero también puede causar sangrado, infecciones, estrechamiento de la uretra o incontinencia urinaria.
¿Se puede prevenir la HPB?
No existe una forma segura de prevenir la HPB, pero se pueden adoptar algunas medidas para reducir el riesgo o retrasar su aparición, como:
– Llevar una dieta equilibrada, baja en grasas, azúcares y carnes rojas, y rica en frutas, verduras y fibra
– Evitar el tabaco y el alcohol, que pueden irritar la vejiga y la próstata
– Controlar los niveles de azúcar, colesterol y presión arterial, que pueden afectar la salud vascular y prostática
– Consultar al médico ante cualquier síntoma urinario anormal o persistente, para realizar un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado
La HPB es una condición frecuente que puede interferir con la calidad de vida de los hombres. Sin embargo, existen tratamientos eficaces que pueden mejorar los síntomas y prevenir las complicaciones. Lo más importante es acudir al urólogo ante cualquier signo de alarma y seguir sus indicaciones.