1. Pensar todo el tiempo en comida.Si pensar en qué comer o preocuparse por lo que se va a comer después te está impidiendo trabajar o interactuar socialmente, puede ser que estés teniendo un problema.
2. Querer dejar de comer en cantidad y no lograrlo.Si programaste una dieta y no podés cumplirla. Y luego lo volviste a intentar y tampoco resultó y, en cambio, lo que pasa es que cada vez comés más y más, es momento de consultar con un especialista.
3. Comer en secreto.Comer en secreto o mentir sobre lo que se ha comido es un síntoma característico de las personas adictas. Se relaciona con sentimientos de culpa y de vergüenza, ambos signos de trastornos de la alimentación.
4. Comer de más.Comer demasiado durante la Navidad es normal, pero si siempre vas más allá de tu punto de saciedad, estamos hablando de atracones. Si ante estos casos, usás laxantes o te purgás, hay que buscar ayuda profesional.
5. Comer para tapar la angustia. Si buscás alimentos altos en grasa o azúcar cuando estás aburrido, estresado o ansioso, puede ser señal de adicción a la comida. Tu cuerpo está utilizando sustancias químicas de los alimentos para aumentar los niveles de esas sustancias en el cerebro.