Francia, el Reino Unido, Colombia y México ya han movilizado aviones, mientras que en otros casos, como en China, las autoridades han organizado traslados en autobús desde el norte hasta la capital y las compañías aéreas han aumentado el número de vuelos.
Además, México, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Canadá se han sumado en las últimas horas a Epara pedir a sus ciudadanos que se alejen 80 kilómetros de Fukushima, aunque las autoridades niponas insisten en que no hay riegos para la salud más allá del perímetro de seguridad de 30 kilómetros establecido entorno a la planta.
Ni siquiera en Tokio, a unos 170 kilómetros de la central, parece estar segura la población, a tenor de las múltiples recomendaciones lanzadas por gobiernos como los de Alemania, Australia, Rusia o Israel, que ha pedido a sus ciudadanos que abandonen la capital «lo antes posible».
Las evacuaciones responden al temor a la radiactividad -que se ha constado ya en Taiwán en pasajeros procedentes de Tokio, aunque en niveles muy bajos- y a la falta de información sobre lo que está pasando dentro de Fukushima de la que se quejan algunos países.
París, según ha informado el Ministerio de Exteriores, ha habilitado ya dos aviones gubernamentales para los franceses que quieran salir de Japón y ha recomendado a sus nacionales abandonar «la región de Tokio».
El Reino Unido, por su parte, enviará aviones chárter a Tokio para ayudar a las repatriaciones, a través de Hong Kong «para complementar las opciones de (aviones) comerciales para aquellos que quieran dejar Japón», indicó hoy Exteriores.
El Foreign Office ha recomendado a los británicos que consideren abandonar Tokio y el noreste de Japón ante la «cambiante» situación en Fukushima.
También Colombia y México han anunciado hoy que enviarán aviones a Tokio para repatriar a sus ciudadanos.
La Embajada de México en Japón recomendó hoy a sus nacionales en la región de Tokio que consideren trasladarse más al sur y como medida de precaución, además, ha solicitado a sus ciudadanos que se mantengan en un radio de 80 kilómetros de Fukushima.
El Gobierno de México ha fletado un avión que permitirá sacar de Japón a unos 230 mexicanos que así lo deseen.
Por su parte, la Embajada de Colombia informó hoy de un posible Plan de Atención Humanitaria para el retorno voluntario. Su Gobierno está organizando un vuelo de la Fuerza Aérea para este fin de semana mientras se prevén otros desplazamientos al vecino Corea del Sur.
Por su parte, se han organizado misiones del Consulado brasileño para la retirada de sus nacionales de las localidades de Sendai y Fukushima, entre las más afectadas por el terremoto y el tsunami del pasado viernes, pero no de otras provincias.
Mientras, el Gobierno chileno ha activado un plan de evacuación para que los ciudadanos que lo deseen puedan elegir entre ser trasladados al sur de Japón, a Corea del Sur o regresar a Chile.
China, país del que procede la mayor comunidad extranjera en Japón, ha organizado autobuses desde las ciudades de las zonas más devastadas (Miyagi, Fukushima, Iwate e Ibaraki) hacia Tokio y Niigata, desde donde muchos de los 3.000 evacuados por ahora han optado por regresar por vía aérea a territorio chino.
Además, las aerolíneas China Eastern y China Southern han aumentado los vuelos chárter a Japón para facilitar este regreso.
Muchos de los evacuados se han quejado de que debido a la alta demanda de billetes de regreso a China éstos han encarecido sus precios, por lo que Exteriores señaló hoy que podría costear algunos desplazamientos, por ejemplo a estudiantes.
Otros países, sin embargo, ni siquiera recomiendan dejar el país, como es el caso de España, aunque su ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, dijo hoy que se ha reforzado el personal de la embajada para atender a quienes quieran abandonar Japón.
El Gobierno japonés no ha emitido más alerta de evacuación más que para aquellas personas que vivan en un radio de 20 kilómetros de la central, al tiempo que ha pedido a quienes vivan a 30 kilómetros que permanezcan en sus casas.