La mayor parte de las víctimas se registraron en Sirte, ciudad natal del depuesto dirigente Muamar Gadafi, asediada después de cerca de un mes en una ofensiva calificada de final, informó Efe.
Solo en la mañana de hoy, 12 insurgentes perdieron la vida y otros 90 resultaron heridos en enfrentamientos acontecidos en el centro de la localidad donde está apostados una docena de francotiradores.
La jornada de ayer también fue sangrienta para los rebeldes en Sirte, donde perdieron a 17 de los suyos y más de 100 resultaron heridos.
Estas últimas pérdidas se han producido en combates que han permitido a los insurgentes tomar el control del centro de la Conferencias de Uagadugu y el hospital Ibn Sina.
Se desconocen las bajas entre las brigadas del antiguo régimen, pero las fuerzas del CNT aseguraron haber capturado a numerosos gadafistas, entre ellos mercenarios de diferentes nacionalidades africanas.
Otros 17 rebeldes murieron ayer en un ataque para lograr el control del aeropuerto de Bani Walid, otro bastión de los gadafistas.
«El ataque fue lanzado sin la orden de la jerarquía y sin la menor coordinación, y esta es la razón esencial del gran número de pérdidas entre nuestros rangos», explicaron a Efe dirigentes de la rebelión.
Desde el mediodía de ayer, los insurgentes se retiraron a sus posiciones la periferia de Bani Walid, precisaron las fuentes las cuales señalaron que importantes refuerzos de dirigen hacia esa zona.