No es justo ser feliz. ¡Ya basta de tener alegrías y éxitos! Es indignante ver a tanta gente contenta teniendo una vida llevadera y cómoda. No entiendo por qué hay que luchar para ser feliz si es más fácil ser infeliz y amargado.
En la calle, llenos de envidia y de asombro, me preguntan:
—¿Cómo es posible que hayas llegado a la cúspide de la infelicidad y te hayas convertido en un energúmeno?
A veces también me preguntan si mi desazón, tristeza y odio hacía los exiguos amigos que aún me quedan es algo natural o si es que he tomado un curso de infelicidad y antipatía. En el pasado, lleno de gozo malvado, no revelaba mis secretos a los felices envidiosos. En este momento lo haré.
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El secreto de cómo ser infeliz lo he guardado con celo. Hoy, lo comparto con los pocos lectores que me van quedando:
- Cuando amanezca, denigre del nuevo día. No olvide que usted es 24 horas más viejo que ayer. Eso es suficiente para estar enervado.
- Dígale a quien se le acerque que ya no soporta este país. Invente que se irá pronto aunque esté pelando bola y no tenga ni para pagar el Metro. Esa frustración lo mantendrá infeliz en cualquier momento que pueda ser feliz.
- Tenga acceso a números telefónicos, a claves de correo, de Whatsapp, Instagram, Facebook y de cualquier red social que vulnere la intimidad o privacidad de su pareja. ¡Eso no falla! Es mucho mejor si los dos lo hacen y no dicen nada. Eso produce sentimientos maravillosos y difíciles de superar: celos, odio, rabia, indignación, deseos de venganza y, sobre todo, la ansiada infelicidad.
- Permita que sus hijos adolescentes hagan lo que les venga en gana y se apoderen de las decisiones de su casa.
- Métase a la religión vegetariana o vegana. Lleve eso que llaman una vida sanita, y cuando vea a sus amigos comiendo cachapa con cochino frito, morcilla, chinchurria, chorizo y tomando caña pareja, sermonéelos diciéndoles que eso hace daño. Póngase fastidioso, así pondrá en evidencia su malasangrismo y no lo invitarán más, causándole frustración e infelicidad.
- Repudie al gobierno que, según usted, es culpable de su infelicidad. También odie y destruya a la oposición. Hable mal de ellos haciéndose cómplice culposo y vocero de lo que dice el régimen. No aporte soluciones. Despotrique e insulte. Eso nos hará infelices a todos.
- En las elecciones, vote. Eso hará infeliz al gobierno y a usted que odia a la oposición.
Y no sigo, porque revelar estos secretos me hace muy feliz y esa no es la idea.