Un total de 36 personas sobrevivieron y otras 15 murieron al estrellarse un avión de la aerolínea venezolana Conviasa con 51 personas a bordo, por razones aún desconocidas, en el Estado Bolívar (sureste), informaron autoridades locales en su balance final.
«En total tenemos 36 supervivientes y 15 fallecidos. Estas personas que sobrevivieron están siendo atendidas y cuentan con todo el apoyo del gobierno», declaró el ministro de Transporte y Comunicaciones, Francisco Garcés, al presentar a la prensa el balance definitivo de víctimas.
Según el responsable, la mayoría de los heridos sufrió traumatismos y quemaduras pero en este momento no se teme por sus vidas. Algunos de ellos fueron incluso dados de alta.
«Hoy nos tocó aquí en Venezuela pese a la seguridad que mantienen las líneas aéreas pero podemos decir con alegría que tenemos 36 personas con vida», agregó Garcés.
«Aquí hubo un milagro», aseguró por su parte el gobernador del Estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez.
El presidente Hugo Chávez envió su «más hondo sentimiento de afecto y las más sentidas palabras de condolencia y solidaridad» a los familiares de los fallecidos, según un comunicado.
«Estamos todos los venezolanos de luto, llenos de pesar por esta tragedia», agregó el mandatario, que decretó un duelo de tres días en el país.
El avión, un ATR 42-300, volaba desde la turística isla Margarita (norte) con dirección a Puerto Ordaz (este) con 51 personas a bordo: 47 pasajeros y cuatro tripulantes.
El problema en la aeronave se presentó a unos 10 kilómetros de Puerto Ordaz, poco antes del aterrizaje, según las autoridades locales.
El avión sufrió daños impresionantes, quedó prácticamente partido en dos y se prendió fuego en su contacto con tierra. Rápidamente, los servicios de protección civil acudieron al lugar del accidente.
«Al contemplar el estado en que quedó el avión creo que hemos sido afortunados», consideró Garcés.
Al parecer, el piloto habría «perdido el control», explicó Rangel Gómez, agregando que la tripulación tuvo tiempo de comunicar a la torre de control los problemas técnicos que estaba presentando el avión.
«Pero no tenemos aún los motivos exactos», aseguró el gobernador, explicando que la investigación estaba en curso.
Según declaró a la AFP un portavoz del constructor francés ATR, «se está trabajando en estrecha colaboración con la compañía y con las autoridades para comprender las causas del accidente».
Rangel Gómez explicó que el avión se estrelló en las instalaciones de la siderúrgica estatal Sidor, aunque no hubo que lamentar pérdidas humanas entre los trabajadores ni tampoco daños materiales en la acería, la mayor de la región andina y el Caribe.
Al parecer, el avión cayó en un patio donde sólo hay desechos siderúrgicos. Los trabajadores de la acería fueron los primeros en prestar auxilio a los pasajeros.
«Sentimos el impacto y vimos el avión en llamas. Salimos a ayudar a los heridos. Los heridos estaban en shock, no sabían dónde se encontraban ni qué había pasado. Los bomberos llegaron como en cinco minutos», explicó un trabajador de Sidor.
Según Garcés, gracias a la rápida actuación de las fuerzas de seguridad, bomberos y a la «intervención heroica» de los trabajadores de la acería, «se pudo rescatar a esta gran cantidad de personas con vida».
El último gran accidente de avión en Venezuela ocurrió en febrero de 2008, cuando también un ATR 42-300, de la línea aérea Santa Bárbara, se estrelló en la región de los Andes. Los 43 pasajeros y tres tripulantes murieron en el siniestro.
Conviasa es una aerolínea estatal venezolana nacida en 2004 que realiza vuelos nacionales y también viaja a destinos como Teherán, Damasco, Buenos Aires y varios puntos del Caribe.
Fuente: AFP