La participación que se está registrando hoy en Estados Unidos a lo largo de la jornada electoral para escoger al próximo presidente del país, sobre todo en algunos de los estados clave, está siendo elevada y podría incluso batir algunos récords, según las primeras estimaciones.
Aproximadamente 47 millones de estadounidenses ya habían emitido sus votos antes del día de las elecciones, a través del voto anticipado que está permitido en algunos estados, y podría resultar crucial en lugares como Florida y Nevada.
Precisamente en Florida, donde el voto hispano es de gran peso, se ha registrado un incremento del 36 % del voto anticipado respecto a los comicios presidenciales de 2012, y según el diario Tampa Bay, más de medio millón de latinos ya expresaron su postura con anticipación.
En 2012, solo el 27 por ciento de los hispanos votaron a favor del republicano Mitt Romney, según datos del Pew Hispanic Center, mucho menos que el 40 % de los votantes latinos que respaldaron a George W. Bush en 2004 y el 31 % que votó por John McCain en 2008.
En este sentido, la demografía indica que los latinos están aumentando su influencia en las elecciones, ya que es uno de los grupos que crece con mayor rapidez en el país y de los 18 millones que podían votar en 2008, ahora llegan a 27.
Según la mayoría de expertos, los ataques hacia los inmigrantes que ha protagonizado el candidato republicano, Donald Trump, durante la campaña harán que la participación latina se incremente considerablemente, despertando así a ese segmento de la población que algunos llaman «el gigante dormido».
Por su parte, en Carolina del Norte, otro de los estados clave para estos comicios, el voto anticipado se ha incrementado en un 17 % respecto a 2012, con un incremento del 86 % entre los latinos y un 74 % entre los asiáticos.
Mientras tanto, a lo largo del día de hoy se están reportando largas filas en algunos de los territorios que podrían decantar la balanza, como Nevada, donde el voto hispano puede también ser decisivo.
Asimismo, se están incrementando los datos registrados por voto ausente, como en el estado de Michigan, donde este tipo de participación ha crecido en un 18% en comparación a las cifras registradas hace cuatro años.
En Pensilvania, históricamente demócrata, el secretario de Estado Pedro Cortes dijo que se espera que el 80 por ciento de los votantes elegibles de su estado salgan a votar, y no descartó que batan el récord de 1992, cuando el 83 % de ellos acudieron a las urnas para optar entre Bill Clinton y George H. W. Bush.