El objetivo es proteger a los animales de los malos tratos y de una muerte cruel, apuntó la prensa.
Dicho proyecto consta de nueve capítulos que abarcan los reglamentos más importantes, incluyendo el tratamiento médico de los animales o el proceso a seguir por parte de las carnicerías.
Asimismo, el documento indica que aquellas personas que violen las reglas serán penalizadas con una multa que oscilará entre los 1.464 y 73.239 dólares.
El plan “no afectará a la vida de las personas, ya que sólo unas pocas comen carne de perros y gatos”, dijo Chang Jiwen, uno de los principales artífices del nuevo proyecto.
A pesar de ser cierta la extendida idea de que el perro se come en China, y de que según la medicina tradicional, la carne de cánido es un alimento muy indicado para el invierno porque añade “calor” al cuerpo, la costumbre se limita prácticamente a zonas de etnia coreana y a la provincia de Cantón.
Un grupo de expertos chinos indicó recientemente a la prensa el riesgo que supone comer carne de perro en China, ya que el país no tiene regulaciones específicas de producción y venta de este producto.
Y es que así como la carne no reglamentada de cerdo, vacuno o cordero están prohibidas en China, ninguna ley específica ha sido creada hasta ahora para garantizar la higiene de estos animales que son específicamente criados para este negocio.
“El comer carne de perro es peligroso debido a los parásitos que pueda tener el animal. Además, las personas que trabajan en este sector pueden ser fácilmente contagiadas por la rabia”, reiteró el médico Yu Jie.
China ha sido el objetivo de grupos defensores de los derechos de los animales durante años, ya que en el país asiático se consume todo tipo de animales, incluso los que se encuentran en peligro de extinción, en su mayoría destinados a brebajes de la medicina tradicional.
Con información de EFE