Según recoge la agencia oficial Xinhua, el Comité Nacional de Coordinación ante Emergencias Nucleares de China cree que se trata de radiactividad que llega en el aire desde la central japonesa accidentada de Fukushima Daiichi, y asegura que ante niveles tan bajos no es necesario tomar ninguna medida de protección.
En concreto, se ha detectado yodina 131 en el aire, aunque en niveles por debajo de una cienmilésima parte de la radiación ambiental natural, que no se consideran dañinos para la salud.
Se trata del mismo material que ayer y anteayer fue detectado, también en niveles bajos y no dañinos para la salud, en el aire de la provincia nororiental de Heilongjiang, a más de 2.000 kilómetros al norte, en la frontera con Rusia.
Por ahora se ha detectado su presencia en el aire de Shanghái, la capital económica y financiera del país, con más de 20 millones de habitantes, y en el de las vecinas provincias de Jiangsu, Zhejiang y Anhui (este), así como en Cantón (sureste) y la región autónoma de Guangxi Zhuang (sur).
En el resto del país no se han encontrado sustancias radiactivas relacionadas con el accidente nuclear de Japón, precisó el diario local «Shanghai Daily».