«Si Japón actúa obstinadamente, cometiendo un error tras otro, China tomará firmes medidas de retorsión y Japón tendrá que soportar todas las consecuencias», declaró el domingo Ma Zhaoxu, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino.
Es la primera vez en casi dos semanas de protestas solemnes, casi cotidianas, que Pekín menciona la posibilidad de tomar represalias importantes contra su vecino por una crisis diplomática que va en aumento.
Tokio estimó el lunes «lamentable» que China endureciera su posición durante el fin de semana y llamó a su gran potencia rival a actuar con calma para no avivar la tensión.
«Llamamos a China a la calma y a actuar con prudencia para que este incidente particular no afecte a las relaciones entre Japón y China», declaró a la AFP Noriyuki Shikata, portavoz del primer ministro Naoto Kan.
Según él, las autoridades chinas decidieron aplazar la acogida prevista el martes a los 1.000 jóvenes japoneses en la Exposición universal de Shanghai (este) alegando la «atmósfera» actual de las relaciones bilaterales.
«Estimamos que este aplazamiento justo antes de la partida es extremadamente inapropiado y lamentable», añadió Shikata.
La peor crisis diplomática entre Tokio y Pekín en años fue originada por el apresamiento, el 7 de septiembre, de un barco pesquero chino que chocó con dos patrulleras niponas.
El incidente se produjo cerca de unas islas que los japoneses llaman Senkaku y los chinos Diaoyu, en una zona del mar de China Oriental que se disputan los dos países, además de Taiwán.
Un tribunal japonés decidió el domingo prolongar diez días la detención del capitán. China convocó por sexta vez al embajador de Japón para exigirle la liberación inmediata del capitán por considerar «ilegal» su arresto.
El sábado, día del aniversario del comienzo de la invasión japonesa de Manchuria en 1931, hubo manifestaciones nacionalistas en Pekín, Shanghai, Hong Kong y Shenyang (nordeste) para exigir el regreso incondicional del barco pesquero.
La firmeza de Pekín se refleja en los editoriales de la prensa estatal.
«China puede y debe detener la agresión de Japón antes de que la situación se agrave», estimó el lunes en su editorial el periódico oficial Global Times.
«China debería preparar una serie de sanciones diplomáticas suplementarias contra Japón», añadió.
Pese a reconocer la existencia de una «escalada» en la crisis, los expertos se cuidan de ser alarmistas.
«Creo que la situación se deterioró de forma controlada y que seguirá bajo control», estimaba Cheng Xiaohe, profesor de relaciones internacionales de la universidad del Pueblo de Pekín.
«La situación sigue controlable y no degeneró en una vasta crisis política entre los dos países», analizaba Gui Yongtao, de la universidad de Pekín.