El primer guantazo lo lanzó el propio líder de la Asamblea Nacional, Fernando Soto Rojas. Antes de que iniciara ayer la comparecencia de los ministros del gabinete de Desarrollo Territorial, Soto Rojas lamentó que sus rivales no asistieran a la sesión especial celebrada el martes en Ciudad Bolívar, con motivo del 192 aniversario del Congreso de Angostura, y reivindicó al orador de orden de aquella jornada, general en jefe Henry Rangel Silva.
De inmediato, el diputado Andrés Velásquez (LCR-Bolívar) solicitó el derecho de palabra para explicar, una vez más, por qué decidieron no escuchar al jefe del Comando Estratégico Operacional de la FAN.
«Ese orador de Orden no era digno de ese Congreso de Angostura y esto no tiene nada que ver con la FAN, tiene que ver con que ese militar no expresa la convicción democrática de la FAN», indicó Velásquez y apuntó que el oficial ha sido denunciado por «cosas extrañas relacionadas con el narcotráfico».
Falta de respeto
Concluida esta intervención, un antiguo causaerrista, ahora dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Aristóbulo Istúriz, alzó su voz para defender a Rangel Silva y rechazar «cualquier ofensa a nuestra FAN». El primer vicepresidente de la AN acusó a su viejo camarada de atentar contra la dignidad de los militares. Además, le comentó que el 10 de febrero la mayoría decidió públicamente designar a Rangel Silva como orador de orden. «Y nadie hizo ninguna observación. Hay gente que no es autónoma, le tiran los lineamientos desde afuera», remató Istúriz.
La cosa no quedó allí. En lugar de arrancar sus discurso hablando de barriles, viviendas o comida, Ramírez espetó: «me parece inconcebible que a estas alturas todavía existan agresiones descaradas y abiertas contra el Estado y las FAN, repitiendo el libreto imperial».
En adelante, varios legisladores, chavistas o no, se refirieron al mismo asunto. Los representantes de la MUD ratificaron su respeto hacia los uniformados, al tiempo que el oficialismo repetía su leitmotiv.
El saludo a «ese sector de la FAN» que respeta la democracia, enviado por un opositor, preocupó a Ramírez, quien lo interpretó como un llamado al golpe. Richard Mardo (PJ-Aragua) calmó al funcionario señalando que la mayoría de los militares no son políticos.