“Quiero comprar los Antonov”, dijo Chávez durante su programa dominical de radio y televisión “¡Aló Presidente!”.
El presidente venezolano explicó que con esa compra se trata de cubrir el vacío que están dejando los Hércules, que no reciben los repuestos necesarios para seguir volando.
“Los gringos no quieren vendernos los repuestos para los Hércules. Son aviones muy buenos, pero solo nos quedan cuatro o cinco volando”, dijo Chávez.
El gobernante venezolano no reveló ni el número de transportes que tiene pensado adquirir ni el modelo, aunque versiones de prensa apuntaron al bimotor ucraniano Antonov-74.
La falta de repuestos fue uno de los motivos por los que Venezuela adquirió los cazabombarderos rusos Sukhoi-30 para sustituir a los estadounidenses F-16.
Del mismo modo, Venezuela incorporó aviones de entrenamiento chinos K-8 al frustrarse la comprar de los brasileños Tucano, vetada por Washington porque incorporan partes estadounidenses.
Algo parecido ocurrió con los aviones de transporte españoles Casa C-235, cuya venta fue igualmente vetada por las mismas razones de los Tucano.
NOTA DE PRENSA