El peor escenario ante una pandemia hasta ahora, era no estar preparado para combatirla, pero cómo una película de terror post apocalíptico, la situación se complica y empeora cuando aparece una nueva cepa del virus que de acuerdo a las pruebas preliminares en el laboratorio la mutación hace que el virus no sea detectado por el sistema inmune humano.
Y es que los científicos han puesto a prueba la mutación encontrada en Brasil, denominada E484K, test en laboratorio mostraron que con esta, el organismo parece reconocer menos el virus, disminuyendo por tanto su neutralización por parte de los anticuerpos.
Las variantes que emergieron en Reino Unido, Sudáfrica, Brasil y Japón, este último con la llegada de una familia procedente del gigante sudamericano, tienen en común una mutación llamada N501Y, que explicaría su mayor transmisibilidad. Esta se sitúa en la proteína spike del coronavirus, una prominencia que le permite penetrar en las células.
Una nueva mutación más peligrosa, la E484K
Esta mutación “podría ayudar al virus a sortear la protección inmunitaria adquirida por una infección anterior o por la vacunación”, según el doctor François Balloux, del University College de Londres, citado por el organismo británico Science Media Centre.
Esta “evasión inmunitaria” potencial podría por tanto tener un impacto sobre la eficacia de las vacunas, según los científicos.
El 8 de enero, BioNTech y Pfizer, fabricantes de la principal vacuna administrada en el mundo, aseguraron que esta es eficaz contra la mutación N501Y, pero sus análisis no versaron sobre la E484K, por lo que persisten las dudas sobre este punto.
Por otro lado, un estudio publicado el 6 de enero dio cuenta del caso de una brasileña enferma de covid-19 en mayo y que volvió a contagiarse en octubre con una variante portadora de la mutación E484K.
Esta segunda infección, más grave que la primera, podría indicar que la mutación provocó una respuesta inmunitaria menos eficaz de la paciente.
“Hay que desarrollar vacunas y anticuerpos capaces de controlar las variantes emergentes”, concluye el estudio.
Para Gupta, la mutación E484K “podría ser el principio de los problemas” para las vacunas.
NOTA DE PRENSA