Según el primer estudio global de homicidios de la UNODC, en 2010 murieron asesinadas 468.000 personas en todo el mundo.
El 36 por ciento de esas muertes ocurrieron en África y el 31 por ciento en ambas América. El 27 por ciento de los asesinatos se produjeron en Asia, el 5 por ciento en Europa y el 1 por ciento en Oceania.
Este tipo de crímenes está aumentando en Centroamérica y el Caribe, señala la Unodc. Uno de cada 50 jóvenes menores de 31 años muere de forma violenta en Centroamérica. El tráfico de drogas, el crimen organizado y la presencia de armas de fuego impulsaron ese aumento de la criminalidad, apunta la ONU.
Además de mostrar vínculos entre el bajo desarrollo económico y las altas tasas de homicidios, el estudio presenta algunas evidencias de que la crisis económica de 2008 conllevó un aumento del número de asesinatos.
En ocho de los 15 países en los que se estudió este fenómeno el número de asesinatos aumentó con la recesión económica, la pérdida de empleos y el aumento de los precios. Entre las naciones estudiadas en este grupo están Jamaica y Costa Rica.
La mayor parte de los países con la tasa de homicidios más elevada -superior al 35 por cada 100.000 personas- son latinoamericanos. Entre ellos se encuentran Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Jamaica y Venezuela. El resto son naciones africanas como Costa de Marfil, Zambia, Malawi y Uganda.
La tasa media de homicidios a nivel mundial en 2010 fue de 6,9 por cada 100.000 habitantes.
El 80 por ciento de los autores y víctimas de homicidio son hombres, pero el informe destaca que las mujeres corren un elevado riesgo de morir a manos de miembros de su propia familia.
El 52 por ciento de las mujeres asesinadas en Europa en 2008 fueron víctimas de un familiar, un excompañero sentimental o de su pareja o marido.