Cavidea: Con 10% de divisas del país se resuelve problema de abastecimiento

El presidente de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea), Manuel Felipe Larrazábal, aseguró que si el Estado aplica las propuestas emitidas por el organismo, «en un lapso de 120 días se puede aumentar en un 25% la producción de alimentos del país y cambiar de forma estructural el abastecimiento en el mercado».

El presidente de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea), Manuel Felipe Larrazábal, manifestó este lunes que el problema principal de la industria de alimentos del país se debe a que la cadena de suministros «está débil, lo que significa que la industria está produciendo intermitentemente».

Aseguró que se han agotado todas las líneas de crédito con los proveedores internacionales y que el Estado como «gran supervisor de la economía» tiene por liquidar la deuda que mantienen las industrias de alimentos con los proveedores internacionales por importación de materia prima.

«Se tiene que entender que por cada producto terminado que se importa a Venezuela, el país puede fabricar cinco veces más productos y además se genera empleo, se genera impuesto y comienza un círculo virtuoso», sostuvo Larrazábal en entrevista a Televen.

Recalcó que con solo el 10% de las divisas que ingresan al país, «a pesar de la baja de los precios del petróleo, se puede resolver el problema de la industria alimentaria y permitir que el país crezca en su producción en el orden del 25% y, además, si se aplican las medidas propuestas, en un lapso de 120 días, un lapso realmente corto, se puede cambiar de forma estructural el abastecimiento en el mercado».

La propuesta de Cavidea se resume en permitir a las industrias el acceso inmediato y suficiente a las divisas necesarias para adquirir la materia prima, empaques, insumos y repuestos; generar un cronograma de pago a los proveedores internacionales que le dé certidumbre y le permita reabrir las líneas de crédito necesarias; incentivar la producción nacional así como revisar los precios de los productos regulados y finalmente privilegiar el trabajo productivo.