El presidente de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos, Pablo Baraybar, advierte que los inventarios tanto de materia prima nacional como importada, así como de productos terminados son bajos.
Sostiene que las empresas del sector requieren con urgencia que se revisen los precios para reconocer los ajustes que han sufrido los costos de producción en rubros claves como la harina de maíz, el aceite, las pastas de trigo y el arroz entre otros, o se verá comprometida la producción en los próximos meses.
«La Ley de Costos y Precios es muy general, no especifica muchas cosas. Las empresas procesadoras de alimentos no podemos esperar 90 días para que se ajusten los precios. Necesitamos que se tomen medidas urgentemente con rubros que se están produciendo a pérdida como la harina precocida de maíz, el arroz, las pastas y el aceite», subrayó.
Señaló que no se puede esperar a que una empresa quiebre para reconocer los ajustes de precios que garanticen la sostenibilidad de la producción, la inversión y el empleo.
Aseguró que todos los costos de producción del sector son perfectamente auditables y el Gobierno conoce cuánto se produce, cuánto se distribuye y cuál es el margen de ganancia para cada rubro en particular. «Nos preocupa que se hable de márgenes justos de comercialización cuando no tenemos precios justos que garanticen la rentabilidad y la sostenibilidad de las empresas», dijo, al aclarar que las empresas responsables no especulan y que los precios son fijados por el Gobierno.
Indicó que a partir del 15 de agosto se concretará el alza del maíz al productor y para garantizar la compra de la cosecha requieren un incremento de la harina precocida.
«Es justo que suban el maíz al productor, pero cómo es posible que no se reconozca un ajuste de la harina precocida. Estamos pidiendo que se incremente el precio en 1,74 bolívares adicionales por cada kilo de harina, y el impacto al consumidor sería muy pequeño», dijo. Explicó que este aumento de 1,74 bolívares de la harina para que pase de 3,37 bolívares a 5,11 bolívares el kilo significará para el venezolano que consume 33 kilos de harina al año, un gasto adicional de 4,79 bolívares al mes, menos que lo que cuesta un café en una cafetería. Igualmente señaló que en un año la arepa socialista aumentó 60%, pero la harina precocida no sube en esa misma proporción.
Más costos.
El presidente de Cavidea señaló que hay incrementos en los costos que han sido propiciados por el propio Gobierno como la devaluación de 65% al eliminar el tipo de cambio de 2,60 bolívares por dólar para las importaciones de alimentos y materias primas. «Las empresas no son responsables de la inflación ni de la devaluación. Los costos de las resinas plásticas que produce y distribuye el Estado han subido, y además se eliminó el subsidio que había para los fabricantes. Eso impacta las estructuras de producción de los alimentos. Igualmente nos afectan las fallas eléctricas», señaló. Explicó que el mes pasado sólo Alimentos Polar perdió por ese concepto 1.600 horas de trabajo, que difícilmente se pueden recuperar.