La prensa británica publicó que el príncipe Enrique, hermano de Guillermo, preparaba una fiesta “sonada” para su cuñada, pero un portavoz de la residencia oficial de los duques dijo que “cualquier cosa que esté planeada será discreta y en privado”.
La siempre sonriente Catalina ha optado por una celebración a puerta cerrada con sus familiares y amigos más cercanos para evitar la enorme atención mediática que ella genera desde que se casó en abril del año pasado con el hijo mayor del príncipe Carlos de Inglaterra.
Esta semana el príncipe Guillermo retomará su trabajo como copiloto de helicópteros en la base militar en la isla de Anglesey, donde reside la pareja, después de varios viajes al extranjero y contados compromisos oficiales.
El pasado domingo, los duques de Cambridge, llevaron a cabo su última aparición pública y se dieron un baño de masas en el estreno de la película “War Horse” (Caballo de guerra), de Steven Spielberg.
Recientemente, la casa real anunció que Catalina colaborará como presidenta honorífica en cuatro organizaciones benéficas y entidades de Reino Unido.
Antes de la boda de los duques de Cambridge, la familia real británica anunció que la pareja iba a darse un periodo “sabático” de dos años antes de iniciar su actividad oficial.
Los expertos consideran que se intenta que Catalina Middleton mantenga un perfil público lo más bajo posible y que no sufra la persecución mediática de la que fue víctima Diana de Gales, la madre del príncipe Guillermo. EFE