Carlos J.Arencibia: Reconstruir el jarrón roto

Carlos J.Arencibia: Reconstruir el jarrón roto

Estamos ante una ruptura interna de las fuerzas unitarias de oposición en Venezuela. Era cuestión de tiempo y sucede no en el mejor o peor momento, sino en el momento que las circunstancias determinan. Así son los procesos históricos, sobre todo en crisis de cambio. El dilema está en qué hacer cuando todos giran sobre su propio eje, se halan el cabello,  los más avispados y calculadores se esconden tras el silencio, y quienes carecen de una posición concreta optan por criticar todas las demás. Aquí mi opinión.

La derrota, aderezada con un fraude monumental, del pasado 15 de octubre, desató los demonios que yacían encerrados en un jarrón llamado MUD. No es obra directa del régimen, ni de Ramos Allup, ni de Capriles, ni de los gobernadores adecos, ni de nadie en particular. Venía agrietándose desde hace tiempo, como es natural en una alianza de organizaciones ideológica y tácticamente diversas, así que también es natural su implosión. El momento nadie lo sabía, pero sí era seguro que pasaría. Si vas calentando el agua tibia, depende cuanta temperatura le pongas pero tarde o temprano hierve. Es decir, esta ruptura forma parte del mismo proceso histórico que nos llevará a rescatar la democracia en Venezuela.

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Ante ello, es preciso realizar una catarsis completa, donde digamos todo lo que haga falta con quien haga falta, tratemos de salir de quien haya sido agente del régimen, lavemos los trapos al sol, no solo porque la gente merece saber las cosas, sino que más daño hacen las acciones denunciadas que la denuncia misma. Basta de callar la alianza de muchos con la Dictadura para “proteger la unidad”.

Esta dialéctica, mientras se dé, va a ser criticada por casi todos: “mira cómo se echan cuchillo entre ellos mismos”, “esa pelea favorece al Gobierno”, “viste que no están unidos, yo te dije”. ¿Creen ustedes que vamos a salir de la Dictadura sentados al lado de quienes apuestan a su favor? ¿Qué le hace más daño al objetivo de reconstruir nuestra Nación? ¿Son los corrompidos o quienes denuncian a los corrompidos?

Hermanos y hermanas, es largo y tortuoso el camino andado y no quiero que el deterioro de la suela de mis zapatos y el quebranto de mi corazón ante todo lo sufrido, siga siendo truncado por personas a mi lado (que nos jodan los adversarios no los “aliados”). Son tiempos de dignidad, donde los buenos nos enfrentamos a los malos. Que cada quien ocupe el lugar que le corresponde. Las malas consecuencias son siempre por ignorar la verdad, nunca por decirla. La política de verdad se ejerce con moral y ejemplo.

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Con todo esto, propongo aprovechar el momento para:

1-      El fortalecimiento interno de las organizaciones políticas con renovación de estructuras y liderazgos.

2-      Encaminar la Unidad hacia una alianza táctica-electoral que no impida el funcionamiento y decisiones estratégicas de cada partido o gremio en su seno.

3-      Construir un Proyecto de Reconstrucción Nacional unitario y de amplia difusión, que brinde esperanzas al pueblo venezolano y ataque la desmotivación que resultará de la ruptura previa.

4-      Profundizar la denuncia internacional de la Dictadura.

5-      Exigir un nuevo CNE que garantice condiciones para las Elecciones Presidenciales de 2018.