Aclaró que así como él y los demás miembros de la Iglesia, se pronuncian con respecto a un tema de la vida social, política o económica del país, lo hacen como cualquier otro venezolano, cumpliendo lo estipulado en la Constitución, de “promover y defender los derechos humanos”.
«He emitido mis opiniones amparado por los valores consagrados en la Constitución tales como la democracia, la preeminencia de los Derechos Humanos y el pluralismo político y el deber del Estado de garantizar el cumplimiento de los principios y deberes consagrados en la Constitución», cita el texto.
Por su parte el arzobispo de Coro, Roberto Lückert, pidió a la Comisión Coordinadora de la Asamblea Nacional que escuche «con seriedad» los señalamientos hechos por el cardenal Urosa, que cumple «con su deber» de poner «las cosas en blanco y negro».
«Él (Urosa) no inventó nada, ni está insultado a nadie, sino que está diciendo una verdad que nos la están gritando y restregándonos en la cara desde hace más de 11 años, que es que este gobierno va hacia el castrocomunismo. Porque el presidente de la República nos quiere anclar en el mar de la felicidad cubana», dijo Lückert.
El prelado criticó la decisión de no difundir en directo la interpelación y la consideró «una estrategia» para evitar que la población oiga los argumentos de Urosa.
En horas del mediodía el Cardenal Urosa Savino llegó al Palacio Legislativo en compañía de un abogado y del monseñor Jesús González de Zárate, Obispo auxiliar de Caracas. El encuentro no fue transmitido en vivo, por lo que se espera declaraciones del eclesiástico.
La reunión se efectuó en el Salón Francisco de Miranda, y pese a no ser transmitido en directo, algunos de los diputados presentes en el salón informaron por medio de su cuenta en Twitter cada uno de los acontecimientos.