Capriles: “No hay forma de que el Gobierno gane este 6-D”

Henrique Capriles Randoski no puede ocultarlo: «anhela» ser Presidente e impulsar un “cambio” en Venezuela. Pero a 17 días de unas «decisivas» elecciones parlamentarias, que podrían torcer el rumbo político del país si la oposición transforma en un triunfo político lo que dicen hoy todas las encuestas, no piensa en eso: está «concentrado» en que la alternativa democrática sea mayoría en la Asamblea Nacional (AN), donde los nuevos diputados de la República deberán “darle prioridad» a los temas más sensibles de una población que está asfixiada por la peor crisis económica que se recuerde en el país.

En su regreso al Zulia, después de un año de ausencia, el excandidato presidencial por la Unidad está convencido de la victoria opositora. «No hay forma de que el Gobierno gane el 6 de diciembre». Así que espera que, el próximo 5 de enero, se instalen en el hemiciclo los disputados que tendrán la «responsabilidad» de cambiar el rumbo de un parlamento rojo, que presidió Diosdado Cabello y que a su juicio fue una «vergüenza».

Para apuntalar el triunfo, el líder opositor, quien participó ayer en las celebraciones de la Virgen de Nuestra Señora de Chiquinquirá, aprovechará su estancia en la capital zuliana para hacer campaña. Hará hoy tres recorridos en tres circuitos diferentes, lo que será el inicio de un esfuerzo final que hará el exgobernador, quien visitará cinco o seis estados del país antes de las elecciones, lo que ha denominado «remate tricolor».

– ¿Cuál es el destino de Venezuela si la oposición pierde las parlamentarias?

– Sé que uno siempre tiene que contemplar los dos escenarios. Pero no hay forma de que el Gobierno gane el 6 de diciembre. Lo único posible es que el Gobierno, capaz de cualquier cosa, pretenda desconocer el resultado, dar un golpe de Estado o que se planteen una aventura el día de la contienda. Desde el punto de vista popular, no hay forma que Nicolás Maduro y Diosdado Cabello ganen las elecciones.

– Pero ellos dicen que ganarán «como sea»

– A Nicolás Maduro y Diosdado Cabello lo que les queda es eso: intimidar, meter miedo. Pero a pesar de eso, los venezolanos no tienen miedo a votar por un cambio. Ellos con ese tipo de declaraciones demuestran que temen perder sus privilegios y que el país, en efecto, vote por ese cambio. Es importante decirlo: este país tiene que ir a un cambio de fondo, donde se acaben los privilegios. El presidente Chávez llegó con la bandera de la justicia, de la igualdad, pero todo eso empeoró en Venezuela. En el país todo está corrompido. Cuando tú ves un escándalo de los dos venezolanos con pasaportes diplomáticos que fueron detenidos en Haití por narcotráfico, más allá de que sean familia de Cilia Flores, ves la información del avión, que supuestamente era piloteado por un oficial de las Fuerzas Armadas, te das cuenta de que el Gobierno está podrido.

– ¿Por qué después de 16 años de revolución, la oposición se conforma con ser un voto castigo?

– No me conformo con un voto castigo. Sin ser candidato, mi aspiración es a que esa nueva fracción y esa nueva realidad política en el país presente un plan para sacar a Venezuela de la crisis, que convoque a todos los ciudadanos.  Todavía no hemos ganado y ya oigo a la gente diciendo que van hacer después, que si una constituyente, un revocatorio. Los venezolanos aspiran a que el 6 de diciembre sea un punto de inicio para que el país salga de la crisis. Lo que quiero decir es que la agenda no puede ser toda política. En la peor crisis de la historia, no puedes decirle al país el 6 de diciembre en la noche que tu siguiente paso va a ser político. Aquí hay cosas que no son excluyentes. Puedes decirle al país que vas a cambiar la Fiscalía, los tribunales, pero tienes que ponerle toda tu energía al tema de sacar a Venezuela la crisis. El liderazgo opositor del país tiene que tener mucha serenidad para saber leer y administrar la victoria que se va a conseguir. Si el Gobierno pretende ser un obstáculo para salir de la crisis, tienes que plantearte cambiarlo inmediatamente, porque sería la tranca para comenzar a bajar la inflación, para recuperar los salarios.

– ¿Le ha hecho saber su posición a la MUD?

– Por supuesto. Y no solo a la MUD, porque nosotros no podemos circunscribir el país a la Mesa. La MUD es una plataforma electoral, una forma de organización de los partidos políticos, pero al final el país es mucho más grande que cualquier organización política, mucho más grande que la Mesa y que el PSUV.

– ¿Cuántos curules puede sacar la oposición?

– Decir cuántos se van a sacar creo que es hasta pavoso. Me atreví a ponerle un número a Miranda porque la conozco como la palma de mi mano. Ahí estamos ganando 10 de 12 y vamos por el 11. En el caso del Zulia es 12 o 13 diputados. No tengo duda de que aquí el cambio gane bien. No es muy ambicioso que la oposición pueda llegar a la mayoría calificada, es una posibilidad cierta, no un sueño inalcanzable.

– ¿Qué errores de este Parlamento no quisiera que se repitieran?

– Lo que le pediría a los parlamentarios es que no hagan lo que hizo el PSUV durante los últimos cinco años. Este Parlamento que termina fue una vergüenza. Con Diosdado Cabello a la cabeza era poco probable que no fuera así. Otra cosa que les pediría a los diputados es que hay que estar en las sesiones. Espero que los diputados del cambio sepan la responsabilidad que tienen de cara al país. Venezuela va a tener una gran expectativa de ese Parlamento. Y no es que el Parlamento vaya a Gobernar, pero va a ser la caja de resonancia del sentimiento que hay en el país.

– ¿Quién es el líder de la oposición?

– Eso hay que preguntárselo a la gente. Busca las encuestas y verás qué piensan los venezolanos de mí. No soy individualista. Cuando tú vas a Miranda, la Gobernación ha construido 48 escuelas  y en ninguna hay un solo afiche que diga Henrique Capriles.

– ¿Quiere ser Presidente o Gobernador de Miranda?

– Estoy concentrado en que ganemos el 6 de diciembre. Lo que va a pasar el año que viene desde el punto de vista político y electoral no es una decisión que haya tomado.

– Pero, ¿quiere ser Presidente?

Es obvio que ese es un anhelo para cambiar a Venezuela.

– ¿Asesora candidatos?

– No los asesoro como tal, pero sí les doy recomendaciones

– ¿A quiénes?

– A muchos. Hemos hecho un estilo de hacer política que muchos han adoptado. Casa por casa, pueblo por pueblo, el contacto directo. A la gente en este país lo que le gusta es que su dirigente le visite.

– ¿Cómo se siente cuando alguien le escribe que se olvidó del país?

– No me he olvidado de Venezuela, es imposible para mí hacerlo. Trabajo de lunes a lunes, sin descanso. La razón por la que he estado metido de cabeza en Miranda, dejando un poco al lado el recorrido por el país, es que Miranda se convirtió en una obsesión del Gobierno nacional. Tanto así, que cambiaron la Constitución para que yo tuviera que pedir permiso para salir de la geografía del estado. Algo que es completamente inconstitucional, porque en el país hay libertad de tránsito.

– ¿Qué le dice a quienes lo llaman «guabinoso»?

– Yo «guabinoso» no soy y nunca lo he sido. Creo que nosotros hicimos lo correcto. Hablo de nosotros porque fue una decisión unánime, no solo de Capriles. Fueron todos los partidos y todos los liderazgos, aunque a algunos se les olvidó o se hacen los locos. Le evitamos una guerra civil a este país, que además la íbamos a perder. El coraje y la valentía de un político es también saber decir que no. No pretendo ser uno de los de cómo vaya yendo vamos viendo. La oposición tuvo momentos con el rumbo perdido. La victoria del 6 de diciembre no solo podemos verla como una victoria de la MUD, es la victoria de una política y esa política, sin que me quede nada por dentro, ha sido la política que nosotros hemos puesto sobre la mesa: ser coherente y consistente. Hace un año nos decían que éramos unos estafadores por hablar de las elecciones parlamentarias y hoy esas personas son candidatos y me alegro mucho.

– La defensa del voto es un tema prioritario, ¿cómo blindarse?

– En Venezuela con este proyecto que ejerce el control institucional nunca podemos hablar de algo blindado. El hecho de que te diga de que no hay forma de que el PSUV gane es porque la mayoría de los venezolanos dice que va a votar y la brecha es tan contundente que no hay forma, con las trampas que hace el Gobierno, de arrebatar el proceso electoral. He dicho en muchas ocasiones que cuando una elección en Venezuela es cerrada, nos las van a arrebatar. El Gobierno tiene la forma para hacerlo si el resultado es ajustado, porque ellos tienen como monitorear el porcentaje de participación. Pero esta no es una elección cerrada, este no es el país del año 2013. Es un país distinto desde el punto de vista de su base de apoyo. El CNE ahora, que es el mismo prácticamente, está en el peor momento en el término de confianza trasmite de todos los procesos electorales. Pero a pesar de eso los venezolanos quieren votar, porque hay más consciencia de que si tú no votas es más fácil que el Gobierno haga su trampa, porque va y vota por ti. Un ejemplo de las barbaridades del CNE es lo que están haciendo con la tarjeta del MIN-Unidad. En Miranda es brutal, pero brutal. Ya sacaron una publicidad que tiene hasta la manito para generar confusión.

– Los diputados tienen que trabajar para sacar a Venezuela de la crisis y ¿para liberar los presos políticos?

– Por supuesto. Lo que está planteado es que el mismo día de la instalación de la AN se introduzca la Ley de Amnistía, porque en efecto para que la democracia opere y sea democracia, no puede haber presos políticos.