El ministro Jason Kenney presentó esta decisión como una medida de prevención “contra el riesgo de explotación sexual”.
“Los canadienses quieren un sistema de inmigración abierto y justo, y no un sistema que pueda servir para explotar a la gente”, explicó en un comunicado.
“Al impedir que los trabajadores extranjeros temporales accedan a estas ocupaciones, estamos contribuyendo a proteger a las personas vulnerables, ya que estamos evitando que se encuentren en este tipo de situaciones”, destacó el ministro.
Esta medida afecta sobre todo a los extranjeros que buscan empleo en los bares de ‘strip-tease’, los servicios de acompañantes y los salones de masajes.