Es que los accidentes cerebrovasculares se encuentran entre las principales causas de muerte y de incapacidad grave. Hay dos tipos de accidente cerebrovascular. Cuando un coágulo de sangre bloquea un vaso sanguíneo del cerebro se habla de un accidente cerebrovascular isquémico, pero si el flujo de sangre se ve impedido por el quiebre de un vaso entonces se denomina accidente cerebrovascular hemorrágico.
Caminar para la salud
Los investigadores de Harvard trabajaron con 39.315 mujeres de alrededor de 54 años de edad. Durante casi 12 años, todas las voluntarias informaron cada dos o tres años qué actividades practicaban en su tiempo libre, como caminar, trotar, andar en bicicleta o ir al gimnasio. A su vez, los científicos calcularon a qué velocidad ellas caminaban habitualmente en su vida diaria.
Cumplidos los 12 años, 579 mujeres sufrieron un accidente cerebrovascular, siendo 473 de tipo isquémicos, 102 hemorrágicos y 4 de causa desconocida. Las mujeres que más activas estuvieron en su tiempo libre mostraron un riesgo 17% menor de desarrollar la enfermedad.
A su vez, las mujeres que caminaban rápido y las que caminaban dos o tres horas por semana tenían un peligro 37% y 30% menor, respectivamente, de sufrir un accidente cerebrovascular.
Jacob Sattelmair explicó que ya se sabía que las personas físicamente activas muestran un riesgo menor de desarrollar esta patología, pero «este estudio específico indica que caminar se asocia especialmente con un peligro menor de un accidente cerebrovascular».