En el turno de preguntas y respuestas al primer ministro en la Cámara de los Comunes, Cameron no detalló cuáles serían esas medidas pues dijo que ahora la “prioridad número uno” es garantizar la seguridad del personal diplomático británico aún presente en Irán.
“Después de esto vamos a considerar tomar medidas muy duras en respuesta a este comportamiento lamentable y vergonzoso de los iraníes”, dijo Cameron, que ayer y hoy presidió reuniones de su comité de emergencia Cobra sobre Irán.
David Cameron hizo estos comentarios antes de que su ministro de Exteriores, William Hague, haga una declaración ante los Comunes sobre el incidente de ayer en la embajada británica en Teherán, del que el Reino Unido responsabiliza directamente al Gobierno iraní y que califica de “ultraje”.
En una nota oficial, el Foreign Office explicó hoy que, “a raíz de los acontecimientos de ayer y para garantizar la seguridad, algunos empleados (del personal diplomático británico) se marcharán de Teherán”.
El Ministerio no precisó tampoco el número exacto de trabajadores que se retirarán del país.
Ayer un grupo de jóvenes estudiantes arrancaron la bandera británica de la embajada, saquearon documentación y causaron daños, al término de una manifestación convocada contra el Gobierno de Londres, con el que Teherán ha decidido reducir el nivel de relaciones diplomáticas.
El Primer Ministro británico ya avisó ayer de que en los próximos días Irán sufrirá “serias consecuencias por no proteger a nuestro personal” diplomático y calificó de “una desgracia” la actitud del Gobierno de Teherán.
La tensión entre Irán y el Reino Unido ha ido aumentando en los últimos días después de que el lunes 21 Londres decidiese suspender todas las transacciones financieras con los bancos iraníes, incluido el Banco Central de Irán, por su programa nuclear.
Hace tres días, el Parlamento iraní ratificó por amplia mayoría una ley para rebajar las relaciones con el Reino Unido a nivel de encargado de negocios, lo que supone de hecho la retirada de los embajadores.