Su presidente Víctor Maldonado, indicó a EL UNIVERSAL que los comercios están acatando la medida de racionamiento, pero no se puede ir más allá de la conveniencia de los negocios. “Hay algunos que son mas flexibles para ahorrar más luz que otros. Por ejemplo, una heladería necesita mucho más energía para prestar el servicio”, dijo.
Una prueba del acatamiento, dijo Maldonado, es que el cierre de los 80 comercios representa apenas 0,1 por ciento del total que existe en Caracas, que son unos 80.000, de acuerdo a la Cámara de comercio, y de 1 por ciento, según los considerados como “altos consumidores”.
“Eso demuestra que un inmensa mayoría de negocios cumplieron y que no había que llegar a la medida punitiva porque están haciendo hasta lo imposible por cooperar. Lo que pasa es que si el Gobierno quiere hacer de esto un circo, pues muy bien, puede cerrar empresas, pero eso no le da posibilidades de desconocer las medidas heroicas de los comercios para contribuir “, expresó.
El directivo de la Cámara de Comercio de Caracas resaltó que las empresas a pesar del racionamiento mantuvieron abiertas sus puertas, garantizando el empleo a sus trabajadores. Explicó que transformar una empresa en una menos consumidora de energía requiere de la compra de una planta eléctrica, y eso implica inversión o de un proceso de reconversión del comercio que no se puede lograr en tres semanas. Por lo que lo ideal, en este caso, es que el Gobierno debió evaluar cada caso de manera puntual, “porque la realidad le va a exigir solidez”.
“Más allá del buen gusto que declaran ellos al hacer de esto un gran espectáculo, no están haciendo nada. Están distrayendo al país y no están invirtiendo esfuerzos que deberían estar enfocados en buscar una solución definitiva”, dijo Maldonado.
El Universal