La producción disminuyó y la industria saca los últimos granos en los puertos, no ven importación porque no hay divisas. Análisis agrícola da cuenta de caída de superficie sembrada por crisis inflacionaria y control de precios
En el mercado Las Pulgas, la reventa de arroz toma el máximo histórico al disparar el precio. El comercio informal sepulta el poder adquisitivo y vende el kilo del cereal a 600 bolívares. El regulado, decretado por la Sundde, está a Bs. 25, mientras que la comercialización varía a 100 por ciento de la última semana cotizado a 300 bolívares, en los tarantines ubicados en los pasillos y adyacencias del mercado.
El efecto inflacionario y especulativo supera cualquier estimación de la crisis. Según Werner Gutiérrez, ingeniero agrónomo y profesor universitario, “el problema está llegando a crisis humanitaria por falta de alimentos y no es ‘guachafa’. El Gobierno no está tomando en serio el problema que está enfrentando el pueblo”. Ya la industria había advertido inventarios para unos días.
La “caída de la producción”, con la consecuencia inmediata de escasez, generan distorsiones, que solo con más producción pueden contenerse. Pero lograrlo parece lejos. Gutiérrez explica que las superficies sembradas y rendimientos cayeron, sumado al desincentivo de mantener un precio para el productor de ocho bolívares cuando los costos de producción reflejan que la inflación en insumos y equipos determina por encima de 15 bolívares.
Mientras el Gobierno “se empeña en decir que el problema de alimentos en Venezuela es ‘bachaqueo’, especulación y contrabando, el problema es que no hay producción interna de arroz y las importaciones han disminuido porque no hay divisas”, sostiene Gutiérrez.
Para definir un precio real del arroz y acelerar los cultivos a fin de satisfacer la demanda y frenar la especulación, bajo la premisa mayor oferta para atender la demanda, se insta a acordar una planificación de producción y rentabilidad. En los ministerios de Alimentación y de Agricultura y Tierras tienen el informe de los elementos que intervienen en los costos: Materia prima, transporte, empaque, mano directa, carga fabril y servicios.
“Uno de los principales problemas de la agricultura es la inflación descontrolada que incrementa los distintos componentes de la estructura de costos de los alimentos. El aumento de los repuestos, maquinarias, agroquímicos se incrementan constantemente porque son calculados (vendidos) a dólar paralelo, al igual que la industria con el materia de empaque, y demás insumos”, frente a un precio controlado del arroz que “genera disminución de la superficie sembrada y de la producción interna”.
Gutiérrez alerta que hay tres rubros básicos que come el pueblo y tiene “problemas” de producción. “No hay pasta porque no hay trigo, la arepa que necesita de harina de maíz y no hay maíz porque no hay superficie suficiente sembrada y así está el arroz. Esto genera alza de precio en el mercado negro por la demanda y también incrementa otros rubros sustitutos como el plátano, yuca o papa. El plátano ya está a 40 bolívares. Estamos llegando a puntos inaccesibles, no solamente por escasez sino por precios”.